El presidente de Toyota afirma que si el gobierno de Milei baja los impuestos «tienen que bajar los precios de los autos»

Luego de la presentación que realizó Toyota este miércoles de su nueva Hilux SRX 2024 en Zárate, el presidente de la empresa japonesa en Argentina, Gustavo Salinas, habló en una rueda de prensa sobre las necesidades y urgencias de la industria automotriz a días del cambio de Gobierno. En sus declaraciones enfatizó sobre cómo los precios de los vehículos disminuirían si se bajara la carga impositiva, apuntando al libre mercado.  

Cabe destacar que Toyota representa el 30% de la producción automotriz en Argentina, lo que hace a su actual directivo una de las voces más esperadas del sector. 

En el evento se abordaron diversos temas que preocupan a la industria automotriz, entre ellos el precio de los vehículos, los impuestos internos, la deuda por las importaciones y la relación con el Mercosur y particularmente con Brasil, su principal socio comercial.

Camioneta Toyota Hilux (Fotografía de Sjoerd van der Wal/Getty Images)

La evaluación de los precios por el directivo

En el último año, los valores de los vehículos 0km se han triplicado, y actualmente, el auto más económico del país tiene un precio de 10 millones de pesos lo cual es un valor alto en relación a los sueldos que perciben los argentinos que tienen sus ingresos en pesos. Este desfasaje tiene que ver directamente con el impuesto interno y con la devaluación de la moneda.

El impuesto interno, que se espera que se modifique en diciembre con un incremento del 40% en la base mínima imponible, Salinas explicó que es distorsivo.

Al ser consultado sobre qué pasaría si bajaran los impuestos a partir de diciembre, Salinas respondió: «En este caso tienen que bajar los precios de los autos. Creo que el camino es ese, que desaparezca porque es distorsivo, aunque hay que ver con que inmediatez se podría hacer. Hoy el valor de un auto es el 56% de impuestos; con el impuesto interno aumenta más de un 75% en la primera escala; y un 100% en la segunda. Eso restringe las ventas, por eso deben bajar los precios, generar más demanda y ver como producir más. Así se puede crecer. Ese debería ser el círculo virtuoso».

Deuda del sector y desafíos de importación

Debido a las restricciones para importar y la escasez de dólares debido al cepo cambiario, las automotrices han acumulado grandes deudas en moneda extranjera con proveedores internacionales. El directivo admitió que este problema afecta al sector y a Toyota, subrayando la necesidad de resolverlo para mantener un suministro continuo y evitar la interrupción en la producción.

La relación con Brasil

Otro tema crucial discutido fue la relación con Brasil, principal socio comercial del sector. El directivo enfatizó que pensar en una industria automotriz alejada de Brasil es inviable y que el diálogo y los acuerdos son esenciales para la industria.

“Pensar en una industria automotriz alejada de Brasil es inviable, tener diálogo y llegar a buenos acuerdos es indispensable para la industria. No significa que todo sea más de lo mismo, sino un acuerdo con reglas claras», advirtió Salinas. 

En este sentido, el gobierno electo ha dado señales claras que las relaciones comerciales con Brasil de ningún modo se van a interrumpir. Si bien Javier Milei ha afirmado en varias ocasiones que no haría negocios desde el Estado con comunistas y que no va a ser un aliado a ellos, de ningún modo se cortarán los lazos comerciales con el país vecino y para el sector privado no habrán impedimentos para hacer negocios libremente.

Las declaraciones de la futura Canciller, Diana Mondino, luego de su viaje a Brasil el fin de semana pasado, fueron contundentes para dar tranquilidad al sector en este asunto y desarticular las afirmaciones de que el gobierno de Milei rompería relaciones con el país gobernado por Lula da Silva. “Eso ha sido y será un disparate porque estamos, geográficamente, uno al lado del otro”, sostuvo la futura funcionaria.

Perspectivas de ventas y exportaciones

Mirando hacia adelante, desde Toyota admitieron que el mercado argentino que cerrará en 2023 con alrededor de 430.000 unidades vendidas, debe crecer. Sin embargo, señalaron que no todo se multiplica por dos, ya que el segmento de pick-ups ha permanecido estable mientras los usuarios de autos han experimentado cambios.

«El mercado de 430.000 tendría que ir a 700.000, pero no todo se multiplica por dos, porque las pick up se mantuvieron estables en los años y son los usuarios de autos quienes fueron cambiando», dijo Salinas.

Además, abordaron la importancia del mercado brasileño, que se espera que alcance las 2.3 millones de unidades vendidas, aunque con desafíos significativos debido al aumento de la tasa de interés.

Se avecinan tiempos de cambios en Argentina y las expectativas crecen a medida que se acerca la fecha de asunción del nuevo gobierno.

Por: Cecilia Borrelli – Mundo Libre Diario

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