¿Por qué a los mediocampistas se les llama volante? El futbolista que inspiró el nombre para el puesto
Arquero, defensor, mediocampista y delantero son las posiciones que se definen para un partido de fútbol dentro del terreno de juego. Sin embargo, al mediocampista también se le denomina volante.
Este último nombre surgió por el nombre de un futbolista que singularmente se desempeñaba en el centro del campo: Carlos Martín Volante, un futbolista que nació en la ciudad argentina de Lanús en 1905.
El fútbol es un deporte en el que la colaboración y la coordinación entre los diferentes jugadores es esencial para lograr el éxito. Dentro de ese esquema de trabajo en equipo, el papel del volante es clave para mantener el control del balón y hacer que el equipo funcione con fluidez.
Además de ser un enlace entre el ataque y la defensa, los volantes también tienen un papel importante en la construcción del juego de ataque. Su habilidad para romper líneas de defensa y crear oportunidades de gol es crucial para el éxito del equipo.
Carlos Volante fue un célebre futbolista argentino que jugó como centrocampista a lo largo de veinte años, entre 1924 y 1943, destacando en clubes como Lanús, San Lorenzo, el Nápoli y el Flamengo.
Fue durante su última etapa como jugador, defendiendo los colores del Flamengo de Brasil entre los años 1938 y 1943, donde alcanzó una gran fama en el equipo de Río de Janeiro, conquistando tres títulos del ‘Campeonato Carioca’ (1939, 1942 y 1943), además de la primera edición del ‘Trofeo Relâmpago’ (1943) y donde la prensa brasileña empezó a denominar su posición en el campo con el apellido de este jugador.
De acuerdo a TyC Sports, la historia comenzó a develarse en febrero de 2012 en la previa de un Lanús-Flamengo por Copa Libertadores. En el texto ‘Un centrojás llamado Volante’, publicado en un blog de Lanús, el periodista partidario Marcelo Calvente contó una charla que mantuvo con un cronista brasileño enviado a Buenos Aires para cubrir el partido, Claudio Portella. El colega le contó que, durante el viaje a la Argentina, el experimentado director técnico del gigante brasileño, Joel Santana le habló insistentemente de Carlos Volante, un ídolo de Flamengo de la década del 40 que, según recordaba, había nacido muy cerca de la cancha de Lanús.
En su admiración por Volante, que jugaba de mediocampista central -entonces llamado centre half-, Santana le contó a Portella un dato que hasta entonces era desconocido: que la influencia del argentino había sido tan grande que los entrenadores brasileños comenzaron a pedirles a sus mediocampistas que jugaran como Volante. Y que ese “jugá como Volante” derivó en “jugá como volante”.
No obstante, hay otra versión sobre el nacimiento de esa denominación para los que juegan en el medio. Durante un partido, el argentino se lesionó. El entrenador del equipo tuvo que sacarlo de la cancha y le pidió a su reemplazante que jugara como Volante. Se refería a que imitara su estilo de juego, pero comenzó a ser interpretado como sinónimo de la posición que ocupaba en la cancha.
A partir de entonces, es muy común escuchar o leer ‘volante’ para hacer referencia a un jugador que juega de centrocampista, ya sea de volante de contención, lateral volante, volante defensivo, volante mixto, etc.…
El volante es un jugador clave en el fútbol que tiene la responsabilidad de controlar el ritmo del juego, defender, distribuir el balón, crear oportunidades de gol y ser un líder en el campo. Para tener éxito en esta posición, es importante tener habilidades técnicas, físicas y mentales sólidas.
Tras dejar el ‘Mengao’ en 1943, Volante comenzó dos años después su carrera como director técnico. Consiguió dirigir a cuatro equipos antes de su retiro por completo del futbol, y entre lo más destacado logró guiar al Bahía FC rumbo al título de la Copa de Brasil.
Volante murió en Milán, a sus 76 años, el 9 de octubre de 1987. El apellido de Carlos se instaló en toda Latinoamérica como sinónimo de centro-half. Ahora, ya no se conoce aquella antigua posición, sino el apellido de aquel futbolista que pudo jugar en solitario y libertad, por la mitad de la cancha.