Polémica por el catálogo de libros para las escuelas bonaerenses: ¿Hasta dónde debe llegar la educación sexual integral?

La reciente distribución de un catálogo de libros en las escuelas secundarias de la provincia de Buenos Aires ha desatado una fuerte polémica. El programa «Identidades Bonaerenses», impulsado por la Dirección General de Cultura y Educación de la provincia gobernada por Axel Kicillof, ha sido criticado por incluir obras con contenido sexual explícito.

Esta iniciativa, bajo la excusa de buscar fomentar la lectura y el pensamiento crítico entre los estudiantes, ha generado preocupación y rechazo entre algunos sectores de la comunidad educativa y padres de familia.

El catálogo, compuesto por más de 100 libros de diversos géneros y autores, ha sido cuestionado por incluir textos que no son apropiados para el público adolescente al contener violencia y contenido sexual explicito. En este sentido, dos consejeros escolares han exigido explicaciones sobre los criterios de selección de los textos.

Uno de los libros que ha generado mayor controversia es «Cometierra», de la autora argentina Dolores Reyes. La inclusión de este libro en el catálogo ha llevado a que algunos padres presenten denuncias y exijan su retirada de las listas de lectura escolar.

El influencer argentino «Tipito Enojado» leyó en su canal de Youtube un extracto del libro y la plataforma lo eliminó del canal por contenido inapropiado. “YouTube tiró el video porque consideró que lo que leí en voz alta era ‘contenido sexual explícito’ . Literal para YouTube es algo que no se debe leer y para los docentes ‘está bien’. Tienen todos quemados el cerebro”, dijo el streamer.

Además de «Cometierra», otros libros en el catálogo de secundaria han sido criticados por su contenido explícito como «Si no fueras tan niña» o «Las primas». En total son 16 libros con contenido sexual explícito.

ESI

Del mismo modo y gracias a las redes sociales ha trascendido que un libro en particular para la Educación Sexual Integral (ESI) de escuelas primarias, invita a los niños a armar personas mezclando géneros, de manera de que una mujer puede tener pene o viceversa. Este libro, titulado «Identidades. Niñez, adolescencia e identidad de género», supuestamente tiene el fin de invitar a los estudiantes a «reflexionar sobre la diversidad de género y a deconstruir los sentidos tradicionales en torno a la identidad sexual». Aunque parezca mentira, ese libro y muchos más de ese estilo se están distribuyendo en algunas las escuelas públicas.

La ESI (Educación Sexual Integral), vigente desde el año 2006 en el país, ha sido un instrumento fuertemente criticado por sectores principalmente conservadores, argumentando que promueve el adoctrinamiento en políticas izquierdistas en las instituciones educativas, como son el aborto, la ideología de género y la agenda LGBT. 

Aunque el presidente Javier Milei y la mayoría del gobierno nacional se oponen a la «agenda» promovida por la ONU, algunas provincias, particularmente Buenos Aires, que mantiene una rivalidad con el gobierno, están llevando a cabo una campaña muy visible. En Buenos Aires, hay una «bajada de línea» clara en todas las escuelas públicas, tanto primarias como secundarias, para impartir este tipo de contenidos.