Polémica en California: Demócratas rechazan catalogar la compra de niños con fines sexuales como «delito grave»
A principios de marzo, la senadora republicana de Bakersfield, Shannon Grove, presentó un proyecto de ley bipartidista para combatir la trata de personas en California. Pero vergonzosamente algunos legisladores demócratas rechazaron tipificar el tráfico sexual de niños como delito grave, modificando el texto del proyecto, suavizando las penas, sin consentimiento de la principal autora de la ley.
El proyecto de Grove buscaba fortalecer la protección de los niños, al convertir el acto de “solicitar, aceptar o participar en cualquier acto de sexo comercial con un menor, en un delito grave”.
“Se necesitan dos delincuentes para cometer el delito de tráfico sexual de niños, un comprador y un vendedor”, dijo Grove en marzo cuando presentó el proyecto. “Con la aprobación de la SB 14, perseguimos a los vendedores y ahora vamos tras los compradores, aquellos que compran sexo de niños”, explicó, haciendo mención al otro proyecto presentado el año anterior con el mismo fin de combatir la trata de menores, y que también tuvo resistencia por parte de los demócratas en California.
“Cualquiera que pague por cometer crímenes brutales contra niños debe ser procesado con todo el rigor de la ley. Con la aprobación de la SB 1414, California está enviando un mensaje muy claro: ni un niño más”, agregó la senadora.
Sin embargo, Grove se llevó la decepcionante sorpresa que desde el partido azul no estuvieron de acuerdo con su postura y prefirieron alivianar los castigos propuestos para los delincuentes.
En un posteo en X, Grove escribió: “Hoy, el Comité de Seguridad Pública del Senado se negó a aprobar mi proyecto de ley para enviar a prisión a los compradores de sexo infantil”.
Y lamentó: “En lugar de convertir la compra de niños en un delito grave con pena de prisión, el comité me obligó a aceptar enmiendas con las que no estaba de acuerdo y diluyó mi proyecto de ley para permitir una multa o una pena mínima de cárcel en el condado”.
La legisladora republicana compartió en otro posteo el texto final de la ley con las modificaciones realizadas donde se quita la consideración de «delito grave» y se reducen las sanciones.
«Ahora, en lugar de hacer que la compra de todos los niños sea un delito grave, el comité ha hecho que la solicitud o compra de niños con fines sexuales se castigue mediante un wobbler -crimen que puede ser acusado como un delito menor o un delito grave según las circunstancias-, que todavía puede ser acusado como un delito menor, castigado con tan sólo 2 días de cárcel o una multa de hasta 10.000 dólares«, explicó Grove en un comunicado el martes, según informó California Globe.
La legisladora conservadora sostuvo que ahora, con los cambios realizados, “solo se puede acusar de delito grave si el niño solicitado o comprado tenía 15 años o menos y, desafortunadamente, el comprador aún no sería elegible para ir a prisión. Si un comprador tiene una condena previa por comprar un niño menor de 16 años y es condenado por un segundo delito de compra de un niño menor de 16 años y la víctima y el comprador tienen más de 10 años de diferencia de edad, solo entonces el comprador tendría que registrarse como delincuente sexual de nivel uno (10 años)”.
Por el contrario, la redacción original presentada por Grove en marzo, decía que cualquier individuo que solicite, acepte o participe en relaciones sexuales comerciales con un menor -independientemente de su conocimiento o sospecha razonable de la edad del menor- sería acusado de un delito grave y proponía una pena de prisión de 2 a 4 años, una multa no superior a 25 mil dólares y el registro como delincuente sexual.
La trata de menores es una industria ilícita que genera aproximadamente 150 mil millones de dólares al año en todo el mundo, victimizando a los más vulnerables. Esta problemática está muy bien representada en la película-documental «Sound of Freedom» («Sonido de Libertad»), producida por el mexicano Eduardo Verástegui, que rompió la taquilla tras su estreno a mediados del año pasado.
En este sentido, Estados Unidos es el principal país consumidor de la explotación sexual de niños y California «ocupa sistemáticamente el primer lugar del país en el número de casos de trata de seres humanos”, según detalla la ley SB14.
“California debe enviar un mensaje claro de que la explotación sexual de niños es un delito abominable que exige graves consecuencias”, sostuvo Grove.