Acuerdo entre Argentina y China para construir planta nuclear enciende las alarmas

El gobierno argentino anunció la firma de un acuerdo con el régimen chino para la construcción de una nueva planta nuclear. Se trata de la Central Nuclear Atucha III -que se emplazará en territorio argentino- y está provocando una gran preocupación a nivel regional, nacional e incluso internacional.

El acuerdo fue firmado por los representantes de la empresa argentina Nucleoeléctrica Argentina SA (NA-SA), y de China National Nuclear Corporation (CNNC), informó el gobierno argentino el pasado 1 de febrero.

Se trata de un proyecto para la provisión de ingeniería, suministro, construcción, puesta en marcha y entrega de una central nuclear del tipo HPR 1000, para operar con una potencia eléctrica bruta nominal de 1200 megavatios eléctricos (Mwe).

La nueva planta usará uranio enriquecido como combustible y agua liviana como refrigerante y moderador.

El proyecto comenzará a construirse a finales de 2022.

Congresista estadounidense dispara las alarmas

Tras la firma del acuerdo de inmediato sonaron las alarmas a nivel nacional e internacional.

“Me preocupan los planes para instalar tecnología nuclear no probada china en Argentina, y sus implicaciones para la seguridad regional y la soberanía de Argentina», compartió en Twitter, Jim Risch, senador estadounidense.

Risch, que es el republicano de más alto rango en la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de EE. UU., expresó además su preocupación en el contexto de proyectos de inversión previos entre China y Argentina.

El senador recordó la instalación de la base espacial china a pocos kilómetros de Las Lajas, en Neuquén, considerada como una “caja negra” sin control porque no está sometida a supervisión de autoridades locales.

“Dada la mala experiencia con la estación espacial Las Lajas, Argentina debería dar marcha atrás”, aseveró Risch.

Cuando el proyecto intentó realizarse en Argentina durante el gobierno de Mauricio Macri (2015​ y 2019) también recibió criticas.

“A diferencia de nuestros reactores, el Hualong One (…) funciona con uranio enriquecido y agua liviana. Los nuestros son de uranio natural y agua pesada”, explicó Irma Argüello, directora ejecutiva de la Fundación de No Proliferación para la Seguridad Global y física experta en materia nuclear, según Infobae. “La idea de China es lograr ventas internacionales”, agregó Argüello.

Para Argüello el principal desafío, además, es técnico.

“La decisión de cambiar de tecnología de uranio natural a enriquecido fue muy criticada por muchos en el ámbito nuclear argentino. Como también es cierto que se reduce la participación de la industria local. Y además habrá que ver cómo funciona el rector en régimen operativo”.

Desde el punto político la inversión también fue cuestionada con el argumento de que el uso de esta nueva tecnología responde a una afinidad ideológica entre la China comunista y el gobierno de izquierda argentino.

“Estamos en manos no solo de irresponsables, sino de corruptos, aceitando negocios con el régimen Chino. Todos estos acuerdos deberán ser revisados en el 2023 con el cambio de gobierno”, fustigó desde Twitter, Monica Frade, abogada y Diputada Nacional por la Provincia de Buenos Aires.

Por su parte, Javier Zulato, especialista argentino en seguridad y no proliferación, expresó: “Nuestros socios en la región son Cuba, Venezuela y Nicaragua. Hoy con Rusia, mañana con China con quien firmamos una Central Nuclear. Todas dictaduras. En vísperas de una negociación con el FMI en la que USA juega un papel vital, no estaría siendo una estrategia bien pensada”.

La estación espacial militar china

El senador estadounidense Jim Risch, llamó la atención sobre los riesgos de esta nueva inversión con el régimen chino, y la comparó con lo sucedido antes respecto a la estación espacial china ubicada en suelo argentino.

«El programa espacial de China está dirigido por su ejército, el Ejército Popular de Liberación. La estación patagónica es administrada por el Control General de Seguimiento y Lanzamiento de Satélites de China (CLTC), que informa a la Fuerza de Apoyo Estratégico del EPL», de acuerdo con Reuters.

La estación entró en funcionamiento en abril de 2019. Treinta empleados chinos trabajan y viven en el lugar, que no emplea a locales.

La estación espacial militar china es como “una caja negra” que funciona bajo secreto, con acceso restringido, y poca supervisión de sus operaciones.“

Además, “depende directamente del Departamento General de Armamentos del Ejército Popular de Liberación, brazo armado militar del régimen comunista chino”, de acuerdo con The Epoch Times.

Estación CLTC – CONAE-NEUQUEN Fuente Gobierno de Argentina.

Estados Unidos y el Reino Unido especularon sobre la eventual intercepción de satélites de EE. UU. o de la UE por parte de China, desde esta estación espacial operada por el ejército comunista.

¿Tecnología nuclear de riesgo?

Atucha III será construida con una tecnología nuclear nueva de China.

De acuerdo con el diario Clarín, el “Gobierno nacional se decidió a construir primero la central nuclear que utiliza una nueva tecnología china y no por la que reclama La Cámpora, que lleva tecnología canadiense CANDU”.

También conocido como HPR 1000, el reactor nuclear “Hualong One” es un reactor de agua a presión de 1000 MW de Generación III, diseñado y desarrollado en China.

Existe solo uno operando fuera de China y está ubicado en la planta de energía nuclear de Karachi en Pakistán. Comenzó a operar en mayo de 2021, según Nuclear Newswire.

Antes de ello solo existen dos experiencias previas. El primer reactor Hualong One fabricado en China es el Fuqing 5, que entró en funcionamiento en enero de 2021, y el otro es el Fuqing 6, que se encuentra en la provincia de Fujian, y también entró en funcionamiento diciembre de 2021, publicó World Nuclear Association.

HPR 1000 fue desarrollado conjuntamente por China National Nuclear Corporation (CNNC) y China General Nuclear Power Group (CGN).

Planta nuclear, CNNC y sus vínculos militares

China National Nuclear Corporation supervisa todos los aspectos de los programas nucleares civiles y militares de China.

Un artículo de The Guardian, advierte enfáticamente del peligro de permitir que CNNC formará parte de los proyectos de inversión nuclear en el Reino Unido en 2019.

Nick Timothy, codirector de personal de la ex primera ministra británica Theresa May, expresó previamente su alarma ante la perspectiva de que CNNC tenga un acceso tan cercano a la infraestructura energética del Reino Unido porque le daría a la empresa estatal la capacidad potencial de desarrollar debilidades en los sistemas informáticos.

La compañía fue anteriormente el Ministerio de Industria Nuclear de China y desarrolló la bomba atómica y los submarinos nucleares del país, además de ser un actor clave en su industria de energía nuclear, refiere este medio.

Timothy destacó los vínculos militares de CNNC como una razón por la cual el gobierno del Reino Unido debe desconfiar de tal participación.

CNNC es una de empresas estatal involucrada no solo en las actividades civiles sino que además es responsable de ‘construir la defensa nacional’”, de China, escribió.

En el mismo artículo, Tom Burke, presidente del think tank ambiental E3G y ex asesor del gobierno británico, dijo que le preocupaba la presencia de CNNC en el país porque se sabe que “están mucho más involucrados con los programas militares y de armas nucleares de China”, dijo.

En el caso de la otra empresa empresa «China General Nuclear Power Group» (CGN), Estados Unidos la colocó en una lista negra de EE. UU. en agosto de 2019 por supuestamente hacer esfuerzos para adquirir tecnología y material avanzados de EE. UU. para desviarlos a usos militares en China.

Luego, en septiembre de 2021, el regulador de energía nuclear estadounidense suspendió el envío de materiales radiactivos y un isótopo de hidrógeno utilizado en reactores a la compañía nuclear estatal CGN, lo que refleja las preocupaciones de Washington sobre la acumulación de armas atómicas en el país.

La Comisión Reguladora Nuclear dijo en la orden, fechada el 27 de septiembre, que la Casa Blanca había determinado que la suspensión era «necesaria para promover los intereses de seguridad nacional de los Estados Unidos y mejorar la defensa y la seguridad comunes de los Estados Unidos de acuerdo con la Atómica». Ley de Energía de 1954″.

La suspensión de las exportaciones cubre “materiales radiactivos” y “deuterio” para CGN, o China General Nuclear Power Group, sus subsidiarias o entidades relacionadas. El deuterio es un isótopo no radiactivo del elemento hidrógeno que se utiliza en los “reactores de fisión de agua pesada de las centrales nucleares”.

Objetivo estratégico y geopolítico por parte de China

Al firmar el acuerdo para la construcción de la nueva planta nuclear, los representantes de ambas empresas coincidieron en resaltar que el proyecto de Atucha III forma parte de la Asociación Estratégica Integral y del Acuerdo Marco de Cooperación Económica e Inversiones, suscritos por ambos países en julio de 2014.

En el marco de esta asociación estratégica, Beijing tiene muy claro sus objetivos:

“El gobierno chino hace pie en los cuatro proyectos de sensibilidad geopolítica para la Argentina ya que en todos los casos responden a una misma lógica: el control del espacio aéreo, fluvial o la instalación estratégica en áreas territoriales con monitoreo de Beijing”, afirmó Martin Dinatale, en Economia y Politica.

Todo forma parte de una estrategia geopolítica regional y mundial, y asimismo es parte del “ambicioso proyecto de la Nueva Ruta de la Seda” del Partido Comunista Chino, según este autor.

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