Gustavo Petro demoró su primer discurso como presidente de Colombia debido a una «espada de la discordia»
El domingo 7 de agosto en la Plaza de Bolívar en Bogotá, se celebró la ceremonia de investidura de Gustavo Petro, el primer mandatario de izquierda de Colombia. El discurso del nuevo presidente tuvo una pausa inesperada de 10 minutos para esperar la llegada de una espada que sembró discordia entre la administración saliente y la entrante.
«Como presidente de Colombia le solicito a la Casa militar traer la espada de Bolívar. Es una orden del mandato popular y de este mandatario», dijo Petro, consolidando así su primera orden como presidente.
Solo hasta que la espada fue llevada de la sede presidencial hasta la Plaza de Bolívar, el nuevo mandatario dio su discurso de investidura.
Se trata de la espada de Simón Bolívar, robada en 1974 por la guerrilla del M-19, de la que Petro formó parte. La espada fue devuelta en 1991, tras el desarme de esa organización y ahora estaba en la sede presidencial. Esta arma fue símbolo del controvertido Movimiento 19 de abril, M-19 e Iván Duque, el antiguo mandatario, se había rehusado a cederla para la ceremonia alegando motivos de seguridad y falta de pólizas para cubrir cualquier eventualidad.
Finalmente la «espada de la discordia» como le llamaron algunos en redes sociales, fue llevada hasta la Plaza de Bolívar en una urna de vidrio por cuatro miembros de la guardia presidencial.
«Llegar aquí, junto a esta espada, para mí es toda una vida, una resistencia. Esta espada representa demasiado para nosotros», destacó Petro.
Entre los invitados a la ceremonia se encontraba Carlos Sánchez, un veterano exguerrillero del M-19 que participó en el robo de la espada, que luego de pasar por numerosas manos llegó a Cuba.
Posteriormente, la espada volvió a aparecer en público en julio de 2020, cuando Duque la llevó al palacio de gobierno para conmemorar los 237 años del nacimiento de Bolívar. Según los informes, el expresidente Duque se la mostró a Petro durante un encuentro privado luego de las elecciones presidenciales de junio.
En el primer discurso del exguerrillero no faltaron las menciones a Bolívar -independentista nacido en Caracas- así como tampoco a otros de la región. «Hagamos realidad esa unidad con la que soñaron nuestros héroes, Bolívar, San Martín, Artigas, Sucre y O’Higgins», expresó.
Al inicio de su discurso, como buen socialista, Petro reiteró su propuesta de presentar una reforma tributaria con la que buscará una mejor “redistribución de la riqueza” con más impuestos “a las personas que más tienen y más ganan” para que el Estado se encargue de equilibrar las condiciones de desigualdad, tal como planteó Karl Marx en su Manifiesto Comunista.
«Con voluntad, políticas de redistribución y un programa de justicia vamos a hacer una Colombia más
igualitaria y con más oportunidades para todos y todas», exclamó.
Pasado tenebroso del M-19
Quizás el evento más trágico y sangriento que se recuerda, cometido por el grupo M-19, fue la toma en 1985 del Palacio de Justicia, sede de la Corte Suprema y del Consejo de Estado colombianos.
Esa acción terrorista dejó al menos 94 personas muertas entre ellos once magistrados, incluyendo al presidente de la Corte Suprema, Alfonso Reyes Echandía, y hubo 12 desaparecidos.
De acuerdo con la BBC, se cree que el M-19 le hizo el «trabajo sucio» a los capos del narcotráfico, incinerando material vinculado con su posible extradición a Estados Unidos.
Esta versión es corroborada por el teniente coronel (R) Gustavo Roa C., ex jefe de la división comercial del Fondo Rotatorio del Ejército.
La acción fue realizada “bajo las instrucciones del cartel de Medellín y su cabecilla Pablo Escobar, donde incineraron y asesinaron, Magistrados, visitantes empleados, policías, guardas de seguridad y todos los documentos investigativos, que evidenciaban los vínculos y acciones narcoterroristas del M-19, con el Cartel de Medellín”, publicado en La Linterna Azul, blog fundado por fundadores del Partido Conservador Colombiano.
Otros actos violentos en los que se involucró el M-19 fueron:
- Secuestro del Avión Curtis C-46 de Aero pesca (1981).
- Hundimiento de El Karina (1981).
- Secuestro de Martha Nieves Ochoa (1981).
- Ataque a la Casa de Nariño (1982).
- Batalla de Yarumales (1984).
- Toma del Palacio de Justicia (1985).
- Batallón América (1986).
- Secuestro de Álvaro Gómez (1988.)
- Secuestro de políticos, industriales y periodistas, más de
- 48 sangrientas tomas guerrilleras a poblaciones y medios de comunicación.
- Intervenciones terroristas bajo amenazas en Radio y Televisión.
- Ataques a Batallones y Embajadas.
El 9 de marzo de 1990 se firmó el acuerdo de paz entre la guerrilla y el Estado colombiano. El M-19 había declarado que la guerra “no era la solución” y resolvió deponer las armas en una negociación con el gobierno de Virgilio Barco.
El cambio de estrategia sin dudas fue muy importante, aunque el objetivo de la agrupación y de sus miembros parece no haber cambiado, y es conducir a Colombia hacia el socialismo, ahora insertado en la toma del poder político por vía del voto en las urnas según la estrategia del Foro de Sao Paulo, que es justamente lo que está ocurriendo actualmente en Chile y en Perú.