Los científicos creen haber descubierto los verdaderos orígenes de la peste negra

Siglos antes de que pandemias como la del COVID-19 dominaran las noticias, la Peste Negra devastó Europa y Asia, matando a alrededor de 50 millones de personas entre 1346 y 1353; es uno de los capítulos más oscuros de la historia humana.

Sin embargo, a pesar de toda su notoriedad e impacto en nuestra historia, nadie sabe con precisión dónde o cuándo surgió por primera vez. 

Ahora, algunos investigadores afirman que han identificado los orígenes de la temida enfermedad, a través de un linaje anterior de la Peste Negra que todavía nos azota en la actualidad.

La peste negra es un tipo de peste bubónica que obtuvo su nombre de las imperfecciones negras y podridas que se encuentran en la piel de las personas infectadas por la peste bubónica. Los síntomas habituales incluyen fiebre e inflamación de los ganglios linfáticos.

La Peste Negra, causada por la bacteria Yersinia Pestis, es comúnmente propagada por roedores infestados con pulgas que portan la bacteria. 

En algún momento de nuestra historia, una sola cepa de la peste bubónica se dividió en cuatro linajes diferentes; uno de los cuales mutó en la Peste Negra.

Según los científicos, cuya investigación se publicó en junio en la revista Nature, al rastrear la evolución de esta cepa, es posible que hayan identificado dónde y cuándo surgió.

Phil Slavin, coautor de la investigación, dijo que creen que esto «dio lugar a la mayoría de las cepas [de la peste moderna] que circulan hoy en el mundo».

Siguiendo las pistas

Los científicos afirman haber encontrado pruebas biológicas de que la peste negra procedía de las montañas Tien Shan, cerca del valle de Chüy, en el actual Kirguistán. Hace tiempo que se sospecha que este lugar es el posible punto de expansión de Y. pestis, a partir de un descubrimiento realizado en 1885.

En dicho descubrimiento se encontraron dos cementerios en esa zona, que contenían un gran número de lápidas con inscripciones de fechas entre 1338 y 1339, unos ocho años antes de que la peste negra llegara a Europa.

Las lápidas también describieron la causa de la muerte como mawtana (en sirio, «pestilencia»), lo que sugiere que una plaga puede haberse extendido aquí.

Según Maria Spyrou, autora principal de la investigación y genetista de la Universidad de Tubingen, Alemania, Slavin y su equipo examinaron el ADN de los restos vinculados a los cementerios para verificar que la plaga había afectado el área. 

Cientos de cuerpos fueron excavados en estos cementerios entre 1885 y 1892 y trasladados a la Kunstkamera, el Museo de Antropología y Etnografía de Pedro el Grande en San Petersburgo, Rusia.

Aunque los cuerpos se habían deteriorado durante mucho tiempo, Spyrou y su equipo pudieron obtener información de muestras de dientes de siete cuerpos. Con tecnología de ADN, el equipo encontró rastros de ADN de Y. pestis en tres de las muestras de dientes, lo que confirma la presencia de la plaga en esa zona.

A continuación, los científicos se movieron para determinar si la cepa estaba estrechamente relacionada con la Peste Negra.

Al hacer coincidir la plaga actual de roedores en Asia Central con los registros históricos de la plaga, el equipo pudo crear un «árbol evolutivo» para conectar los puntos entre las cepas y la que se encuentra en el valle de Chüy.

El árbol mostró que la cepa del Valle de Chüy difería de la cepa de la Muerte Negra “solo en dos mutaciones”. Dado que la cepa del Valle de Chüy es anterior a la de la Muerte Negra, dedujeron que la cepa del Valle de Chüy evolucionó hasta convertirse en la cepa de la Muerte Negra.

Además, el árbol también mostró que la cepa del Valle de Chüy evolucionó en la mayoría de las demás plagas del mundo, extendiéndose en cuatro linajes que los científicos han denominado la cepa «Big Bang».

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¿Respuesta definitiva?

Hendrik Poinar, genetista evolutivo y director del Centro de ADN Antiguo de la Universidad McMaster en Ontario, Canadá, sugirió que determinar una fecha y ubicación de la fuente de la Peste Negra es «algo nebuloso».

Dado que Y. pestis solo muta cada cinco a 10 años, la cepa del Valle de Chüy podría haber pasado al Valle de Chüy desde una región diferente, posiblemente transportada por comerciantes. La mutación lenta significaría que la cepa de Europa Occidental y la cepa del Valle de Chüy podrían ser muy similares, lo que dificultaría determinar su origen. 

Aún así, Poinar reconoce la importancia del estudio, que nos ayudará a comprender la Peste Negra. Si bien no está de acuerdo con que los hallazgos sean concluyentes, ciertamente hubo un evento de plaga en ese momento y lugar, lo que nos acerca cada vez más en la búsqueda para descubrir el origen de la plaga más mortífera conocida por el hombre.