Partido comunista cubano cuestiona inversión y tecnología china en la Isla
El gigante asiático ha invertido cuantiosos recursos y tecnología en Latinoamérica para contrastar a Estados Unidos, pero lo cierto es, que esas inversiones han provocado el empobrecimiento de las naciones adonde ha llegado el oro de Pekín, fundamentalmente a causa de los intereses leoninos del retorno de los intereses de deuda, las cláusulas secretas que impone Pekín, o provocando penurias debido a la obsoleta tecnología, es el caso de la planta bioeléctrica del central azucarero, Ciro Redondo, en la provincia de Ciego de Ávila, en Cuba, que no ha dado un solo megavatio de electricidad a la industria azucarera antes señalada.
Y tampoco a las tres líneas básicas de producción de torula, Fitoma-E, y hielo, que destacan en otra industria aledaña a la desastrosa bioeléctrica financiada por el Banco de Desarrollo del país asiático, como si fuera poco, el Centro de Reproducción de Entomófagos y Entomopatógenos (CREE), también se paralizó por falta de fluido eléctrico que debería suplir el consorcio chino.
En su reciente visita a Ciego de Ávila, el secretario general del partido comunista de Cuba, Miguel Díaz Canel, un represor muy cercano a China y a los castros, al ver el desastre económico, social, productivo y financiero de esa inversión del país asiático en la Isla, dijo: ”En esta planta está enterrado el dinero del país, y hay que discutirlo con los socios extranjeros”, aseguró refiriéndose a la mala inversión pactada con Pekín y su decadente tecnología.
La industria de energía renovable que prometió China a Cuba, es un armatoste que no produce electricidad. y ha paralizado un conglomerado de fábricas vitales para el desarrollo local de la provincia, miles de cubanos han perdido su puesto de trabajo, o disminuido el monto de sus salarios y mueren de hambre, a causa de Pekín y su infortunada agenda de penetración comunista.
Las fronteras de América Latina viven la infiltración comunista del país asiático, todas las naciones del entorno han sufrido los embates de la tenebrosa inversión y la pérdida de soberanía nacional. Una vez que los jerarcas del partido comunista del gigante asiático anuncian la agenda con doble rasero ideológico, basada en el principio de: Un País dos Sistemas, los pueblos caen en su trampa.
A Cuba se le une desde el 2015, un proyecto malsano, e incluso, imposible medioambientalmente, el Canal Interoceánico de Nicaragua, convertido en agenda de infiltración por el consorcio chino de Wang Jin, millonario dueño de telefónica, Xinwei, este hombre propuso al Daniel Ortega construir un canal a través del país centroamericano. Sin embargo, todo ha quedado paralizado tras la crisis económica silenciosa pero sin pausa, que vive Pekín, en su momento Wang Jin perdió el 80% de su capital.
Su patrimonio rondaba los 10 mil millones de dólares en 2015, pero tras la crisis estructural en su país, se quedó en mil millones de dólares, este jerarca del partido comunista pensaba conectar dos océanos, el Atlántico y el Pacifico a través de Nicaragua, sin importar los desplazados internos que acarrearía tal obra, sin tener en cuenta el impacto medioambiental, o la oposición de la ciudadanía, su poder se basaba en la conexión del sandinismo con el buró político de China, y la represión sandinista contra su pueblo.
En fin, la obra del “siglo” en Nicaragua ha sido un fiasco y desenmascara la precariedad tecnológica de Pekín.
La crisis económica que proyecta China desde el 2009, cuando las empresas privadas dejaron de invertir montos saludables, y los gobiernos locales, por la alta deuda sostenida, redujeron sus gastos, ha provocado una desinversión en América Latina, y dentro del gigante asiáticos ha aumentado el desempleo juvenil.
La economia allí es despiadad, desde el 2008 su mercado ha acumulado una deuda del 300% del PIB, y esto a reventado ahora mismo, arrastrando a África y Latinoamerica ha un abismo que se profundiza cada año.
En la región, las tasas de retorno de los pagos de deudas con China, más altas que los intereses de deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI), y las cláusulas secretas que impone el partido comunista chino a los países donde infiltra su agenda, por ejemplo, la base militar secreta de espionaje satelital, en la provincia de Neuquén, Argentina, operada por el Ejército Popular del país asiático, van cobrándose sus víctimas.
El Comando Sur de Estados Unidos exige al país austral transparencia, es una base con un tamaño de 400 campos de fútbol en total hermetismo, por su parte el Congreso en Washington también exige transparencia, la congresista republicana, María Elvira Salazar, de Estados Unidos, lleva tiempo pidiendo a Buenos Aires que se abran las puertas de esa base.
Para entender de qué va todo, no se puede soslayar el papel mediador del Banco de Desarrollo de China, principal artífice de esta economía extractivista, que ha sido denunciado por varias ONGs dado el alto estándar de corrupción en sus procesos económicos, a esta institución se le cuestionó la falta de información pública, es casi imposible saber de qué tratan los proyectos y quiénes los financian, desde Cuba, a la Patagonia, China extiende sus redes a través de una economía corrupta, y cláusulas secretas que socavan la soberanía nacional de cada país.