Parece Venezuela: Hay escasez de combustibles en toda Argentina

Los argentinos se enfrentan nuevamente a la escasez de combustible en todo el país. Principalmente en las grandes ciudades, se han observado largas filas de autos intentando abastecerse de nafta o gasoil. Algunos han logrado hacerlo a precios elevados, mientras que otros se han quedado sin suministro.

¿Cuál es la causa de esto? Según la versión oficial, brindada por el candidato presidencial y actual Ministro de Economía, Sergio Massa, durante el fin de semana se registraron consumos inusuales, impulsados por la expectativa de una devaluación en algunas provincias y eso produjo un quiebre en los stocks.

Sin embargo, la realidad es que, ante la incertidumbre, muchos argentinos se dirigieron a las estaciones de servicio solo para encontrarse con el caos: filas interminables, desesperación por la necesidad de combustible, frustración, incertidumbre, y para algunos, la desilusionante señal de «No hay más nafta».

Para abordar esta situación, el Gobierno nacional ha llegado a un acuerdo con las petroleras para importar diez barcos con combustible y así hacer frente a los faltantes que se están experimentando en diversas estaciones de servicio a lo largo del país. Prometen que «en los próximos días se resolverá la situación».

Flavia Royon, secretaria de Energía, se reunió con las principales operadoras de combustibles del país para analizar detalladamente el marcado aumento en la demanda, que ha alcanzado incrementos de hasta un 15% con respecto a 2022.

También se consideró la elevada actividad registrada durante el fin de semana largo, que batió récords en el turismo, así como la mayor actividad agrícola que también conlleva un alto consumo de gasoil.

Al mismo tiempo, se acordó poner fin a las paradas técnicas en los próximos diez días y aumentar la capacidad de refinación en las principales refinerías del país. Una fuente de Energía afirmó: «En los próximos días se resolverán los faltantes».

En cuanto a los propietarios de estaciones de servicio, ellos mismos aclararon que no tienen control sobre el adecuado suministro de combustibles y exhortaron al Gobierno a tomar medidas de manera urgente.

Las cámaras de expendedores emitieron un comunicado en el que aseguraron que «lo que comenzó con quiebres dispersos de inventario en regiones o áreas específicas, se ha generalizado rápidamente con mayor intensidad en todos los productos, de norte a sur del país, generando ansiedad en nuestra actividad y complicaciones para los consumidores».

Además, enfatizaron que las estaciones de servicio «no tienen poder para influir en la falta de un aprovisionamiento adecuado de combustibles».

«Ahora nos vemos imposibilitados de obtener las cantidades necesarias debido a factores completamente ajenos a nosotros. Esto pone en peligro la supervivencia de nuestros negocios y obliga a los consumidores a desplazarse entre diferentes estaciones para poder abastecerse», declararon desde CECHA.

Por lo tanto, instaron al Gobierno nacional a «tomar las medidas necesarias para regularizar la situación, utilizando todos los recursos a su disposición que permitan a las petroleras normalizar el abastecimiento de las estaciones de servicio. Una solución inmediata es imperativa».

En lo que respecta al último aumento, las estaciones de servicio de la petrolera YPF incrementaron el precio de las naftas que venden en todo el país el pasado lunes, en un rango de entre el 3% y el 5%, llevando el costo de la nafta súper a alrededor de $287.

Esta medida fue tomada horas después de las elecciones presidenciales y resultó sorpresiva, dado que existe un acuerdo de precios vigente hasta el 31 de octubre.

El acuerdo para congelar los precios de los combustibles se anunció pocos días después de las elecciones primarias (PASO), a mediados de agosto.

En aquel momento, el Gobierno y la industria petrolera acordaron un aumento del 12,5% para aplicar en ese momento y luego congelar los valores hasta el último día de octubre.