Ovación para Trump en la Ryder Cup, el prestigioso torneo de golf entre EE. UU. y Europa

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, asistió este viernes a la Ryder Cup en el legendario campo de Bethpage Black, donde fue recibido con vítores y cánticos de “¡USA! ¡USA! ¡USA!” por parte de los aficionados.
Sin embargo, el entusiasmo en las gradas contrastó con el inicio complicado del equipo estadounidense, que terminó la primera jornada abajo en el marcador ante Europa por 2,5 a 5,5 puntos.
Trump llegó al recinto tras sobrevolar el campo a bordo del Air Force One, un gesto que encendió aún más a la multitud. Su presencia coincidió con la victoria de la dupla Xander Schauffele y Patrick Cantlay sobre los europeos Robert MacIntyre y Viktor Hovland por 2UP, evitando así un arranque en blanco para los locales.
“Creo que estaremos bien, son todos grandes golfistas”, declaró Trump a los medios en la pista de aterrizaje antes de dirigirse al torneo. El capitán estadounidense, Keegan Bradley, también se mostró confiado: “Acabamos de tener al presidente sobrevolando en su Air Force One, tengo la sensación de que las cosas van a cambiar aquí”.
El ambiente en Bethpage fue electrizante desde temprano. Miles de aficionados llegaron de madrugada, algunos pagando más de mil dólares por entrada, para ver a figuras como el español Jon Rahm, quien abrió la jornada para Europa. Pese a las estrictas medidas de seguridad, el ingreso se desarrolló con mayor fluidez que en otros eventos recientes donde Trump estuvo presente, como el US Open de tenis.
Acompañado por su nieta Kai, aficionada al golf, el mandatario saludó al público, se tomó un momento para chocar puños con Bryson DeChambeau antes de su salida y disfrutó parte de la sesión de fourballs de la tarde, aunque se retiró antes de que los partidos alcanzaran el hoyo 10.
La Ryder Cup, conocida por su ambiente festivo y en ocasiones ruidoso, se vio reforzada por un despliegue de seguridad extraordinario, marcado por el zumbido constante de helicópteros sobre el campo. La edición de este año es especialmente significativa para el equipo estadounidense, que busca recuperar el trofeo perdido en 2023 frente a los europeos.