Ola de calor sin precedentes arrasa en EE. UU., al menos 2 muertos confirmados
Millones de estadounidenses se están preparando para lo que el Servicio Meteorológico Nacional (NWS) del país ha advertido como “condiciones peligrosamente calurosas”. Se espera que las temperaturas, que han alcanzado los 105 a 110 grados Fahrenheit (40,55 a 43,33 grados Celsius), duren toda la semana.
“Se pronostica que numerosos máximos históricos se empatarán o romperán hoy en el noreste”, dijo el NWS en un anuncio publicado el 24 de julio, y aconsejó a las personas que permanezcan en el interior si es posible y se mantengan hidratadas.
Se emitió una «advertencia de calor excesivo» para grandes franjas de Pensilvania, Delaware y Nueva Jersey, según el anuncio de NSW, y agregó que «el calor y la humedad extremos aumentarán significativamente el potencial de enfermedades relacionadas con el calor, particularmente para aquellos que trabajan o participan en actividades al aire libre».
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NSW agregó que en Oklahoma, Las Vegas y varias ciudades de Texas, las temperaturas podrían alcanzar los 111 grados, e instó a los residentes allí a controlar a las personas vulnerables (niños, ancianos y personas con afecciones médicas subyacentes) para detectar síntomas de golpe de calor.
Muertes confirmadas
En la ciudad de Nueva York, se informó una muerte relacionada con el calor el lunes (25 de julio), y el médico forense jefe de la ciudad anunció que la muerte del paciente se debió a «enfermedad cardiovascular hipertensiva y enfisema pulmonar» en relación con las temperaturas extremas. Ningún otro detalle sobre la víctima estuvo disponible de inmediato.
En Allentown, Pensilvania, un hombre de 73 años murió el 24 de julio por complicaciones relacionadas con el calor, informó NBC Filadelfia, y agregó que el estado estaba experimentando un período continuo de temperaturas que superaban los 96 °F (35,5 °C).
Según la oficina del forense del condado de Lehigh, el paciente «murió en su casa por complicaciones de la diabetes insulinodependiente y la hipertermia, que es una temperatura corporal anormalmente alta», y que el hombre había «sufrido una exposición excesiva al calor, complicada por condiciones médicas subyacentes».
El 24 de julio, las temperaturas en Filadelfia superaron los 100 grados por primera vez en una década, lo que llevó a NSW a emitir una advertencia recordando a las personas que el calor mata a más personas que cualquier otro tipo de fenómeno meteorológico en el país cada año.
Según NSW, un frente frío que se acerque al noreste el 25 y 26 de julio debería traer «temperaturas menos opresivas», pero advirtió que también podría provocar tormentas eléctricas y vientos fuertes.