«Donald Trump no es prorruso»: canciller ruso en entrevista con Tucker Carlson

El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, concedió una entrevista al periodista estadounidense conservador Tucker Carlson, abordando temas críticos como el conflicto en Ucrania, el papel de Occidente en la crisis, la situación en la Franja de Gaza, el giro estratégico de Rusia hacia Oriente y el rol del presidente electo Donald Trump en este nuevo período de negociación.

Durante la conversación de poco más de una hora, Lavrov ofreció una perspectiva detallada de la posición rusa frente a los desafíos geopolíticos actuales y dejó en claro las condiciones necesarias para una resolución pacífica del conflicto, una de ellas «nada de OTAN en nuestras puertas».

Relaciones Rusia-Estados Unidos: «No queremos una guerra»

Cuando Carlson le preguntó sobre si Estados Unidos y Rusia están en guerra, Lavrov negó categóricamente esa idea: «No diría eso. En cualquier caso, no es algo que nosotros queramos. Nos gustaría tener relaciones normales, especialmente con un país tan grande como Estados Unidos».

Asimismo, destacó que el presidente Vladímir Putin ha expresado en repetidas ocasiones su respeto hacia el pueblo estadounidense y su historia. Sin embargo, el canciller subrayó que el apoyo militar y financiero de Estados Unidos a Ucrania, incluyendo el suministro de armas de largo alcance como los misiles ATACMS, constituye un factor desestabilizador y peligroso.

Lavrov señaló que Rusia ha enviado «señales claras», como la reciente introducción del sistema defensivo Oréshnik, con la esperanza de evitar una escalada mayor. También criticó la postura de algunos altos mandos estadounidenses y de la OTAN, quienes han insinuado la posibilidad de un «ataque preventivo», calificando esas declaraciones como altamente preocupantes.

El origen del conflicto

Según Lavrov, el conflicto en Ucrania tiene sus raíces en el golpe de Estado de 2014, que, según su visión, dejó fuera de representación a las regiones del este y sur del país. «El pueblo de Crimea y Donbass rechazó ese golpe de Estado. Crimea se unió a Rusia tras un referéndum, y el régimen de Kiev respondió catalogando a los habitantes de Donbass como terroristas y lanzando ataques contra ellos», explicó.

Lavrov también cuestionó la postura de Occidente respecto a la Carta de la ONU, alegando que los derechos de los ciudadanos rusoparlantes en Ucrania han sido ignorados sistemáticamente. Según el ministro, la prohibición del idioma ruso, medios de comunicación, eventos culturales y hasta la Iglesia Ortodoxa Ucraniana representan una violación de los principios fundamentales de la ONU.

El proceso de paz y el papel de Occidente

Cuando Carlson preguntó sobre las negociaciones de paz en Estambul y su aparente sabotaje por parte de Occidente, Lavrov apuntó al ex primer ministro británico Boris Johnson como responsable de frenar un acuerdo: «No me sorprendería que fuera por impulso o estrategia. Pero está claro que estadounidenses y británicos están al mando de esta situación». Lavrov sostuvo que Rusia estaba dispuesta a garantizar la seguridad de Ucrania bajo la condición de que no ingresara a la OTAN, pero ese entendimiento fue rechazado.

«El principio clave es la no pertenencia de Ucrania a la OTAN. Estábamos dispuestos a unirnos al grupo de países que garantizarían la seguridad colectiva a Ucrania», dijo Lavrov.

«¿Nada de la OTAN?» cuestionó Carlson.

«Nada de la OTAN. Ni bases militares, ni ejercicios militares en el territorio ucraniano con participación de tropas extranjeras. Esto es lo que mencionó», agregó Lavrov.

El ministro insistió en que cualquier solución debe tomar en cuenta las realidades actuales, incluidas las nuevas fronteras resultantes de los referendos en Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia, ahora parte de Rusia según su Constitución.

Mirando hacia el futuro: ¿Qué esperar de Trump?

Ante la posibilidad de que la administración de Donald Trump marque un cambio en la política estadounidense, Lavrov se mostró prudente pero esperanzado, diciendo que Rusia está abierta a dialogar con el presidente electo.

Asimismo, negó los rumores de que Trump fuera «prorruso», remarcando la cantidad de sanciones que EE. UU. impuso hacia su país cuando era presidente.

«Nos vimos varias veces cuando él se reunió con el presidente ruso Vladímir Putin. También me recibió dos veces en el despacho oval cuando fui para mantener conversaciones bilaterales. Creo que es un hombre fuerte que quiere conseguir resultados y al que no le gusta aplazar las cosas. Esta es mi impresión. Es bastante amistoso conversando. Sin embargo, esto no significa que Donald Trump sea prorruso. Algunos intentan presentarlo como tal. El número de sanciones antirrusas impuestas bajo la Administración Trump fue muy alto», agregó.