Novio es abatido por sicarios en la iglesia donde se había casado en México: habría sido confundido

Medios en México informaron de un crudo suceso ocurrido el fin de semana pasado en la ciudad de Caborca, donde un novio fue abatido fuera de la iglesia por sicarios minutos después de haberse casado. Se trató de un grupo de delincuentes que le dispararon en cuatro ocasiones y se dieron a la fuga.

De acuerdo a lo que sostuvo el diario El Universal, otros tres invitados resultaron heridos en el tiroteo, entre ellos una hermana de la novia y un primo de la víctima fatal, identificado como Marco Antonio Rosales Contreras.

En el relato aportado por la Secretaría de Seguridad Pública de México, los ‘recién casados’ estaban saliendo de la iglesia cuando los sujetos, que estaban apostados en las afueras, comenzaron a disparar.

El tiroteo se extendió por cerca de 30 segundos, hasta que el hombre de 32 años cayó al suelo herido de muerte. Posteriormente hubo minutos de alboroto y desconcierto.

Rosales fue llevado por una ambulancia hasta un centro médico, pero los profesionales no lograron salvarle la vida, falleciendo a las pocas.

Los demás heridos en el incidente también llegaron hasta un hospital en Caborca. Todo ellos se encuentran hospitalizados y fuera de riesgo vital.

Novio abatido fuera de una iglesia

“Se trató de un ataque directo sobre un hombre originario del estado de Durango, de 32 años, fuera de una iglesia de Caborca quién falleció mientras se trasladaba para recibir atención médica”, explicaron en el informe.

El pasado domingo la Fiscalía informó que se manejan diversas hipótesis respecto al asesinato. Una de ellas apunta a bandas ligadas a temas de narcotráfico.

Sin ir más lejos, fuentes sostienen que los sicarios se “habrían equivocado de novio”, debido a que el involucrado en problemas se había casado esa misma noche en el estado de Sonora.

Hay que señalar que aquella zona, localizada en el norte de México, vive una severa crisis de seguridad, debido a la existencia de carteles ligados al narco y tráfico de armas.

Artículo publicado originalmente en BíoBíoChile