Ministros cubanos revelan detalles de la escasez de alimentos y combustible en medio de la crisis económica
Durante varias semanas, altos funcionarios cubanos han ofrecido un panorama cada vez más desolador de una crisis económica cada vez más profunda en una serie de apariciones televisadas en horario de máxima audiencia, revelando el alcance de la recesión con un detalle sin precedentes.
Un ministro tras otro han dado las malas noticias mientras el país, dependiente de las importaciones y gobernado por los comunistas, atraviesa su cuarto año de crisis, sobreviviendo con un mínimo de divisas mientras la producción cae en picado.
La producción de alimentos, el suministro de productos farmacéuticos y el transporte se han reducido en al menos un 50% desde 2018, dijeron los altos funcionarios, y continuaron disminuyendo este año en gran parte debido a la escasez crónica de combustible y los cortes de energía.
Cuba importa la mayor parte de los alimentos y el combustible que consume, pero los ingresos se han desplomado después de la pandemia, obstaculizados por las duras sanciones de Estados Unidos y el turismo tambaleante, una vez un pilar de la economía de la isla caribeña.
«Los ministros aportaron nuevos datos que revelan la gravedad de la crisis y que el crecimiento este año es muy dudoso», declaró el economista cubano Omar Everleny.
La producción de carne de cerdo, arroz y frijoles, alimentos básicos en la mesa de los cubanos, se ha reducido en más de un 80% este año con respecto a los niveles anteriores a la crisis, y la de huevos en un 50%, según el Ministro de Agricultura, Ydael Jesús Pérez.
«Sólo se ha podido adquirir el 40% del combustible, el 4% de los fertilizantes y el 20% de los piensos necesarios», explicó el ministro.
Los hospitales, escasos de insumos básicos como suturas, algodón y gasas, han realizado 30% menos intervenciones quirúrgicas en comparación con 2019, según datos compartidos en la televisora estatal durante una presentación de la viceministra primera de Salud, Tania Margarita Cruz. Casi 68% de los productos farmacéuticos básicos no se consiguen o escasean.
El transporte público, vital en un país donde pocos tienen vehículos, también se ha visto perjudicado por la escasez de combustible y las dificultades para conseguir repuestos.
Si antes del colapso de la antigua benefactora Unión Soviética «había 2.500 autobuses funcionando en La Habana… hoy sólo hay 300, frente a los 600 de hace cuatro años», declaró el Ministro de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila.
Los ministros revelaron que el tráfico nacional de mercancías sigue disminuyendo y es la mitad que en 2019. La industria está operando al 35% de su capacidad.
El gobierno de Cuba ha reconocido que su economía estatal necesita reformas.
Las autoridades locales, cada vez más presionadas a medida que aumentan los problemas y la tensión, han puesto en marcha programas para contener el hambre, construir viviendas y mejorar el flujo del transporte, pero siguen paralizadas por la falta de fondos, han dicho.
De: Reuters