Milei reconfigura el Mercosur: más apertura, menos consenso

Desde que asumió la presidencia pro tempore del Mercosur en diciembre de 2024, Javier Milei dejó clara su intención de cambiar el rumbo del bloque. Su apuesta por una agenda de apertura comercial y mayor flexibilidad marcó diferencias con la visión más proteccionista de algunos socios, en especial Brasil.
Durante la Cumbre de Líderes del Mercosur en Buenos Aires, celebrada este miércoles, Milei presentó su mayor logro: la firma de un acuerdo de libre comercio con la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA), integrada por Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza.
El acuerdo, anunciado en el Palacio San Martín el 2 de julio, crea una zona de libre comercio que beneficia a unos 300 millones de personas y un PBI conjunto de más de 4,3 billones de dólares. Más del 97% de las exportaciones sudamericanas —como vino, café y carne— tendrán mejor acceso a los mercados europeos.
La negociación comenzó en 2015, con un principio de acuerdo en 2019. Finalmente, se concretó ahora bajo la coordinación de Argentina y Suiza. Para el Mercosur, representa una señal clara de apertura en un mundo cada vez más marcado por tensiones comerciales y políticas proteccionistas.
Desde el inicio de su mandato en el bloque, Milei insistió en reducir barreras arancelarias y permitir que cada país negocie acuerdos bilaterales por su cuenta. Esta visión, respaldada por Paraguay, generó choques con Brasil y con el nuevo gobierno uruguayo de Yamandú Orsi.
En la cumbre de Buenos Aires, Milei evitó reunirse con Lula da Silva, dejando en evidencia las tensiones personales, políticas e ideológicas entre ambos. Lula asumió la presidencia pro tempore con el objetivo de cerrar el demorado acuerdo con la Unión Europea, que enfrenta trabas en Europa, especialmente en Francia.
Uno de los puntos más polémicos de Milei es su interés en firmar un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos. Esta idea choca con el Protocolo de Ouro Preto, que exige consenso para negociar con países externos. Milei incluso sugirió la posibilidad de que Argentina se retire del Mercosur si no se permite mayor flexibilidad.
Aun así, el presidente argentino ha optado por presionar desde dentro y no romper con el bloque. Su alineamiento con Estados Unidos e Israel, además de su cercanía con Donald Trump, refuerzan esta estrategia.
El paso de Milei por la presidencia pro tempore deja al Mercosur en un momento de debate profundo. Su impulso por abrir mercados y permitir negociaciones bilaterales encontró apoyo y rechazo a partes iguales. Ahora, Lula buscará avanzar en el acuerdo con la UE, mientras el bloque enfrenta el desafío de definir su futuro sin perder cohesión.