Milei quiere incorporar cárceles privadas alejadas de las ciudades como parte del plan de Seguridad

El presidente argentino Javier Milei reveló ayer en una entrevista en radio Mitre, su idea de avanzar en la incorporación de cárceles privadas y la venta de los complejos penales ubicados en el medio de las ciudades, como parte del plan de seguridad del gobierno. El objetivo es construir unidades de detención de máxima seguridad, alejadas de los centros urbanos.

“Hay cárceles que están en medio de la ciudad, en terrenos de ‘real estate‘ de mucho valor en términos inmobiliarios. Básicamente, estamos pensando en vender esas cárceles y con esos fondos construir nuevas cárceles de máxima seguridad alejadas de la ciudad. Eso está dentro del programa y estamos trabajando en incorporar cárceles privadas”, aseguró el mandatario.

Milei habló, a modo de ejemplo, del Complejo Penitenciario Federal de Devoto, ubicado en la Ciudad de Buenos Aires que podría ser trasladado, pero dijo que la propuesta prevé otros establecimientos carcelarios alrededor del país.

Esta no es una idea nueva del presidente, ya que previo a la campaña electoral, en 2022, Milei ya había propuesto privatizar las cárceles, iniciativa que vuelve a reflotar en medio de la crisis de seguridad que se vive en la ciudad santafesina de Rosario, donde el “narcoterrorismo” ha inundado de horror y miedo a la población.

“Podés tener cárceles privadas donde los presos paguen sus condenas laburando, en lugar de premiarlos regalándoles plata y dándoles privilegios a pesar del desastre que hicieron en la sociedad”, sostuvo Milei en ese entonces.

El Dr. Guillermo Baqué, abogado y ex director del servicio penitenciario, fue consultado acerca de la idea de las cárceles privadas por Crónica TV. En su opinión, se trata de una buena idea ya que “el Estado no va a tener que derogar el gasto de mantenimiento de un establecimiento carcelario, de cada interno que vive ahí”, explicó. 

“Cada interno que esté alojado en una unidad privada se va a pagar la comida y la bebida, la medicación, va a poder alimentar a su familia… ¿qué significa? que se le termina el choreo a los políticos que roban gracias a los presos”, aseveró Baqué. 

Con respecto al funcionamiento de las cárceles privadas, el abogado explicó que la seguridad no se puede privatizar, por lo que “los guardiacárceles van a estar solamente en el muro y va a haber un director que va tener el control, pero la cárcel va a ser absolutamente privada…Medicina privada, los empleados privados… todo lo que es interno es privado”, dijo. 

También explicó que la cárcel privada permite que aquellos que están próximos a reinsertarse “aprendan un oficio, se ganen la vida propia y se preparen para salir en libertad en una condición muy superior a la que salen hoy”. 

Al ser consultado por los periodistas sobre qué gana el privado con el proyecto, el abogado respondió que “el privado va a recibir mano de obra mucho más barata, con gente comprometida”, y aclaró que esas cárceles están pensadas para recibir reclusos que hayan cumplido más de la mitad de la condena, que tengan buen comportamiento y que estén prontos a salir en libertad.

Hoy, solo en la provincia de Buenos Aires, hay un total de 74 establecimientos, organizados en 12 complejos penitenciarios, según datos oficiales.