Milei no se tomará vacaciones y busca seguir proyectando un mensaje de austeridad
El presidente de Argentina, Javier Milei, ha decidido no tomarse vacaciones al inicio de su segundo año de mandato. A pesar de las recomendaciones de su entorno para que realice una pausa, Milei optó por continuar ejerciendo sus funciones desde la Residencia Presidencial de Olivos durante la mayor parte del verano, reafirmando su compromiso con la gestión pública, según lo reportado por Infobae.
En diversas entrevistas concedidas antes y después de asumir la presidencia, Milei se autodefinió como un «workaholic» (adicto al trabajo), explicando que su rutina diaria comienza con largas jornadas en su escritorio. «Directamente me levanto y voy a trabajar», admitió en una de sus declaraciones. Esta característica, que marcó su vida antes de llegar al poder, se mantiene intacta en su rol como presidente. Aunque su equipo le sugirió que tomara al menos tres días de descanso, el mandatario descartó la idea, priorizando sus responsabilidades gubernamentales.
Residencia de Olivos como eje de gestión
La Residencia de Olivos se convertirá nuevamente en el centro operativo del Presidente durante el verano. Aunque cuenta con el complejo de Chapadmalal, tradicionalmente utilizado por otros mandatarios como espacio de trabajo o reuniones durante feriados largos, Milei ha decidido no emplearlo hasta la fecha. Este enfoque refuerza su preferencia por mantenerse cercano a la actividad gubernamental en Buenos Aires.
El único viaje previsto en su agenda será el 20 de enero, cuando asista a la toma de posesión de Donald Trump como presidente de Estados Unidos. Esta cita internacional no solo marcará un evento clave en la política global, sino que también permitirá a Milei interactuar con otros líderes afines al líder republicano, reforzando sus lazos con referentes internacionales.
Vacaciones ministeriales bajo condiciones estrictas
Mientras que Milei continuará con su ritmo de trabajo, los miembros de su gabinete han recibido autorización para tomarse una o dos semanas de descanso entre finales de diciembre y enero. Sin embargo, esta concesión incluye recomendaciones estrictas por parte del mandatario:
- Evitar destinos asociados con la ostentación: En un contexto de ajuste fiscal, el gobierno busca proyectar una imagen de austeridad. Lugares como Punta del Este, Miami o Nueva York fueron señalados como opciones a evitar. Según una fuente cercana al Presidente, «es importante enviar señales claras de responsabilidad y sobriedad a la población en este momento de restricciones económicas».
- Mantener operativos los equipos de trabajo: Se les exigió a los ministros garantizar la continuidad de sus áreas, asegurando que los colaboradores estén disponibles para atender posibles emergencias.
- Disponibilidad inmediata: Los períodos de descanso podrán interrumpirse en caso de que surja algún problema coyuntural que requiera la atención inmediata del funcionario.
Estas directrices, en las que Karina Milei, secretaria General de la Presidencia, tuvo un rol clave, llevaron a algunos ministros a modificar sus planes originales. A pesar de ello, destinos más accesibles como Brasil permanecen en consideración para algunos miembros del gabinete debido a sus costos moderados.
Austeridad como eje discursivo
La proyección de austeridad también se extiende a los funcionarios de primera y segunda línea en las diferentes dependencias del Estado. Esta postura busca reforzar la coherencia entre las medidas de ajuste en las cuentas públicas y el comportamiento de quienes ocupan cargos clave en el gobierno.
En cuanto a las decisiones administrativas, hasta el momento no se ha publicado la resolución habitual en el Boletín Oficial que declara los días 24 y 31 de diciembre como no laborables para la administración pública, una práctica común en años anteriores. Este detalle sugiere una señal adicional de la política de austeridad y pragmatismo que caracteriza al gobierno de Milei.