Milei firmó la declaración del G20 disociándose completamente de la Agenda 2030

El presidente argentino Javier Milei marcó un hito en la reciente cumbre del G20, celebrada en Río de Janeiro, al firmar la declaración conjunta de los líderes mundiales, pero dejando en claro la disociación de Argentina de todo contenido relacionado con la denominada Agenda 2030.

Este gesto, que refuerza su postura ideológica y política, posiciona a la administración de Milei como un gobierno que se aparta de lo que califica como «imposiciones globalistas».

La Agenda 2030, promovida por Naciones Unidas y adoptada por gran parte de los países del mundo, incluye objetivos como la erradicación de la pobreza, la lucha contra el cambio climático y la igualdad de género. Sin embargo, Milei la ha calificado como una herramienta de control estatal y de pérdida de soberanía para los países.

En el comunicado oficial, se destacó que el gobierno argentino no acompañará medidas que limiten la libertad de expresión en redes sociales, perpetúen la desigualdad en el ámbito legal o propongan intervenciones estatales como única solución al hambre y la pobreza.

Según el presidente, las políticas económicas y sociales vinculadas a la Agenda 2030, que suelen promover un mayor rol del Estado, han fracasado históricamente. Milei señaló que este modelo no solo no ha logrado reducir la pobreza, sino que ha contribuido a la emigración de capital y talento, profundizando la crisis en los países en desarrollo.

En su intervención, Milei planteó que “la única forma de combatir el hambre y erradicar la pobreza es con el capitalismo de libre mercado”. Resaltó que los países que han adoptado economías abiertas y limitaciones a la intervención estatal han logrado elevar el nivel de vida de sus ciudadanos, duplicando la expectativa de vida y reduciendo la pobreza extrema.

Este posicionamiento no es una sorpresa para quienes siguen de cerca el ideario político de Milei, quien ha basado gran parte de su discurso en la eliminación de estructuras estatales que considera ineficientes y perjudiciales para el desarrollo económico. Además, llamó a otros líderes mundiales a abandonar las “recetas fallidas” de las últimas décadas y optar por un enfoque basado en la libertad individual y el respeto a los principios fundacionales del G20.

Con esta decisión, Argentina se convierte en uno de los pocos países que, a nivel institucional, rechaza de manera contundente los lineamientos de la Agenda 2030, desmarcándose de la corriente principal en los foros internacionales. El gesto reafirma el compromiso de la administración Milei con sus principios de libre mercado y su rechazo a lo que considera ideologías globalistas que afectan la soberanía nacional.