Milei busca flexibilizar el Mercosur para avanzar con tratados de libre comercio
Javier Milei participará este viernes 6 de diciembre en su primera Cumbre del Mercosur como presidente de Argentina, un escenario que podría traer tensiones dentro del bloque sudamericano. La reunión, que se celebrará en Montevideo, servirá para el traspaso de la Presidencia Pro Tempore de Uruguay a Argentina, pero también pondrá en el centro del debate temas claves como el Acuerdo de Libre Comercio entre el Mercosur y la Unión Europea.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, se ha mostrado como uno de los principales defensores de este pacto y busca concretarlo antes de fin de año. Sin embargo, la postura de Milei, quien aboga por flexibilizar las normas del Mercosur para permitir la negociación de tratados de libre comercio bilaterales, podría generar un choque con el mandatario brasileño y otros líderes de la región.
Milei y su visión del Mercosur
Aunque Milei ha señalado que no romperá con el Mercosur, sí planea introducir cambios profundos en su funcionamiento. Durante la Cumbre, el mandatario argentino expondrá su propuesta de flexibilización normativa, que permitiría a los países miembros negociar acuerdos comerciales por separado, sin necesidad de contar con el aval de todo el bloque. Esta postura es polémica, ya que contrasta con el principio de integración económica que rige al Mercosur y podría amenazar su unidad.
En el pasado, una discusión similar se dio cuando Uruguay, bajo el liderazgo de Luis Lacalle Pou, buscó avanzar en un tratado con China. Ahora, Milei parece retomar esa línea, pero con la mirada puesta en un potencial acuerdo con Estados Unidos, especialmente el inminente regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.
El Acuerdo Mercosur-Unión Europea, en el centro del debate
El principal punto de la agenda en Montevideo será el intento de destrabar el histórico acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea. Este tratado, que lleva casi tres décadas en negociación, busca reducir aranceles, abrir mercados y consolidar una de las zonas de libre comercio más grandes del mundo, con un impacto potencial en 800 millones de personas y cerca del 20% del PIB global.
Lula, quien ha seguido las negociaciones durante 20 años, presiona para cerrar el acuerdo comercial cuanto antes, aunque aún persisten diferencias en aspectos clave. Si bien Milei no planea boicotear el tratado, su insistencia en flexibilizar el bloque podría dilatar las discusiones.
El tratado cuenta con el respaldo de países europeos como España, Alemania e Italia, pero enfrenta la oposición de Francia, liderada por Emmanuel Macron, quien argumenta que el pacto afectaría a los agricultores franceses. Este conflicto quedó evidenciado recientemente cuando el CEO de Carrefour, Alexandre Bompard, anunció que la cadena no vendería carne proveniente del Mercosur, lo que generó una fuerte reacción en Brasil.
Un segundo cara a cara entre Milei y Lula
La Cumbre de Montevideo marcará el segundo encuentro entre Milei y Lula, tras el G20 en Brasil. Además de sus diferencias ideológicas evidentes, también sus enfoques son muy distintos: mientras Lula promueve la integración regional y el pacto con Europa, Milei busca abrir nuevas vías de negociación fuera del bloque, defendiendo su visión de un comercio más libre y sin tantas restricciones.
Además de Milei y Lula, estarán presentes Santiago Peña (Paraguay), Luis Lacalle Pou (Uruguay), Yamandú Orsi (presidente electo de Uruguay) y Luis Arce (Bolivia). Este escenario reunirá a mandatarios con perspectivas divergentes sobre el futuro del Mercosur, lo que hace prever un debate intenso sobre el camino que tomará el bloque en los próximos meses.
Un equilibrio entre intereses geopolíticos y comerciales
La discusión sobre el futuro del Mercosur ocurre en un contexto global complejo. Por un lado, la Unión Europea busca fortalecer alianzas comerciales en respuesta a la crisis energética y alimentaria derivada de la guerra en Ucrania. Por otro lado, países del Mercosur, como Brasil y Argentina, enfrentan sus propios desafíos internos y buscan maximizar beneficios en la negociación.
En este marco, Milei deberá balancear sus planes de apertura comercial con la necesidad de mantener la unidad del bloque. La Cumbre de Montevideo no solo definirá el futuro del acuerdo con la Unión Europea, sino también el rumbo del Mercosur bajo la nueva presidencia argentina.