Milei aseguró que no apoyará la Agenda 2030 de la ONU
En el marco del segundo debate obligatorio, el candidato a la presidencia argentina por La Libertad Avanza, Javier Milei, afirmó que en su eventual Gobierno, Argentina no se va a adherir a la Agenda 2030, el plan globalista que baja línea a las naciones para que sigan políticas de tendencia izquierdista en materia de inmigración, ambientalismo o ideología de género.
En este sentido, al ser consultado por el candidato Juan Schiaretti si iba a mantener la adhesión de Argentina en la Agenda 2030 y el Acuerdo de París, el candidato libertario fue categórico y respondió: «Nosotros no (nos) adherimos al marxismo cultural, a la decadencia».
Respecto al cambio climático, Milei aclaró al ser consultado por la izquierdista Myriam Bregman, que no es un «negacionista» como ella lo tildó. En este sentido dijo que «no niega el cambio climático», sino que «existen en la historia de la Tierra ciclos de temperaturas y este es el quinto». Además, aseguró que «la única diferencia en este ciclo climático es que ahora está el ser humano».
«Todas esas políticas que culpan al ser humano del cambio climático son falsas y lo único que buscan es recaudar fondos para financiar a vagos socialistas que escriben papers de cuarta», dijo el economista.
Qué es la Agenda 2030
El 25 de septiembre de 2015, líderes de todo el mundo se reunieron en Nueva York para participar en la Cumbre de las Naciones Unidas (ONU) donde avalaron la Agenda para el Desarrollo Sostenible.
Un total de 193 estados miembros de la ONU se comprometieron a adoptar el documento llamado: “Transformar Nuestro Mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”, que integra 17 objetivos que son presentados con romanticismo, pero que en realidad muchos analistas denuncian que se trata de una imposición ideológica que obliga a vivir de una cierta manera y que -para lograr esto- primero hay que subvertir los valores milenarios de occidente, por ejemplo la religión, la familia, el pensamiento libre, etc.
El nuevo «estilo de vida» que proponen -indirectamente- implica tener una familia pequeña o no tener hijos, ser veganos o vegetarianos (o comer insectos), asumir como un “derecho de salud reproductiva” al aborto, el adoctrinamiento en la ideología de género y pro LGBT, impulsar el supremacismo feminista, no usar auto (o compartirlo) sino bicicletas, no usar combustibles, aumento de salarios mínimos (aparejados con más impuestos), y promocionar el ambientalismo, por ejemplo fomentando el uso de ‘energías verdes’ en detrimento de las otras energías que consideran más contaminantes para el medio ambiente.
En este sentido, el gobierno argentino, así como muchos otros, han acogido esta agenda globalista.