Migrantes apuestan al cruce en grupo para entrar a EEUU en ciudad fronteriza
María Argentina, de 32 años, salió de Honduras hace tres meses en su silla de ruedas, con su hija de dos años en brazos y su hermano con destino a la frontera de EEUU. Este domingo, apoyada de un grupo de personas, logró cruzar el Río Grande y entrar a la ciudad de Eagle Pass, Texas.
“Lo hice por la delincuencia”, dijo Argentina a la Voz de América entre lágrimas, mientras oficiales de la Patrulla Fronteriza buscaban abrir el camino para la mujer, quien no tiene sus dos piernas, pudiera entregarse para ser procesada.
Al igual que Argentina, cientos de migrantes continúan cruzando el Rio Grande desde la ciudad de Piedras Negras, apostándole al cruce en grupo para combatir la corriente. Los migrantes están cada vez más desesperados por llegar a la frontera sur de Estados Unidos. Muchos son venezolanos.
El agujero en el alambre de púas que había permitido la entrada de cientos de migrantes fue cerrado horas después. En la mañana de hoy, migrantes esperaban información sobre cómo ingresar de manera irregular a territorio estadounidense. [Foto: Divalizeth Cash]
Al igual que Argentina, cientos de migrantes continúan cruzando el Rio Grande desde la ciudad de Piedras Negras, apostándole al cruce en grupo para combatir la corriente. Los migrantes están cada vez más desesperados por llegar a la frontera sur de Estados Unidos. Muchos son venezolanos.
“No sé si me van a llevar preso o no”, dijo Carlo Alejandro Burguillo de 67 años, un venezolano que apenas hace unos minutos del domingo acababa de cruzar el alambre de púas que separa al río del territorio estadounidense.
El cruce bajo el puente ferroviario que había sido habilitado por la patrulla fronteriza, fue cerrado en la noche del domingo. El lunes, migrantes esperaban pidiendo agua, asegurando que no les permitían pasar.
Fuente: Voz de América