Meloni ha impedido la llegada de 200.000 inmigrantes ilegales a Italia

Desde que asumió el poder hace dos años, el gobierno que lidera la primer ministra italiana Giorgia Meloni ha bloqueado a casi 200.000 inmigrantes que intentaron cruzar el Mediterráneo hacia Italia de forma ilegal, según declaró el ministro del Interior del país. 

Italia otorgó cientos de millones de euros en ayuda, comercio e inversión a Túnez y Libia, a cambio de que ambos países intenten impedir la salida de embarcaciones de migrantes desde sus costas.

Por su parte, la izquierda ha generado gran controversia sobre estos acuerdos por los “derechos humanos”, acusando a Túnez de reunir a migrantes subsaharianos y abandonarlos en el desierto, mientras que Libia ha sido señalada por mantenerlos en centros de detención insalubres donde son sometidos a torturas y palizas. 

Sin embargo, la estrategia parece haber reducido drásticamente el número de migrantes y refugiados que llegan a Italia. 

“Es un panorama positivo y las cifras lo respaldan”, dijo Matteo Piantedosi, ministro del Interior en el gobierno de derecha liderado por Giorgia Meloni. 

En una entrevista con el diario La Stampa, afirmó: “En 2024, reducimos el número de llegadas irregulares en un 60% en comparación con el año anterior y en un 38% respecto a 2022”. 

El año pasado, 66.000 migrantes llegaron a Italia por mar, en comparación con 157.000 en 2023 y 105.000 en 2022. Mientras que el número de solicitantes de asilo rechazados que fueron deportados a sus países de origen aumentó un 16%. 

“Estos son los resultados de políticas específicas, incluyendo una estrecha cooperación con las fuerzas policiales de los países de origen y tránsito, que en dos años han resultado en el bloqueo de la salida de 192.000 migrantes irregulares desde Libia y Túnez que esperaban llegar a nuestras costas”, agregó Piantedosi. 

Italia también ha estado ayudando a países de tránsito a deportar migrantes a sus países de origen, con más de 21.000 repatriaciones en 2024. 

Meloni llegó al poder hace dos años, con la promesa de reducir el número de embarcaciones que cruzan el Mediterráneo desde el norte de África. 

Como parte de esa política, su gobierno ha liderado un acuerdo promovido por la UE para proporcionar más de mil millones de euros en ayuda financiera a Túnez, incluyendo asistencia para mejorar la vigilancia de sus fronteras terrestres y marítimas. 

Desde entonces, la guardia costera tunecina dijo que interceptó a decenas de miles de migrantes y refugiados, impidiendo que emprendan el peligroso cruce marítimo hacia Italia. 

Grupos de derechos humanos han criticado el acuerdo como un “chantaje”, argumentando que ha empeorado el trato hacia los migrantes atrapados en Túnez esperando llegar a Europa. 

La UE también ha sido criticada por colaborar con Kais Saied, el presidente autocrático de Túnez, quien acusó a los migrantes subsaharianos de formar parte de un complot para borrar la identidad cultural y étnica de su país. 

En Libia, sumida en el caos desde la caída de Muamar Gadafi en 2011, grupos de derechos humanos llevan tiempo acusando a la guardia costera de ser corrupta, brutal y cómplice de la explotación de los migrantes que intentan llegar a Italia. 

La UE también ha prometido fondos a otros países africanos, como Egipto y Mauritania, para proyectos de ayuda y mejora de la seguridad fronteriza con el fin de combatir el tráfico de migrantes. 

A pesar de las restricciones, muchos barcos siguen saliendo de la costa norte africana y los migrantes continúan perdiendo la vida cuando las embarcaciones naufragan. 

Ha habido una serie de naufragios recientes en la ruta Túnez-Lampedusa.

El 18 de diciembre, al menos 20 migrantes de África subsahariana murieron en un naufragio frente a la ciudad de Sfax, y cinco más desaparecieron. 

La guardia costera rescató a 27 migrantes africanos al norte de Sfax, pero 15 fueron reportados muertos o desaparecidos una semana antes. 

Unos 700 migrantes murieron en aguas tunecinas en 2024, mientras que más de 1.300 perdieron la vida en 2023, según grupos tunecinos de derechos humanos. 

Centros de detención en Albania 

Italia espera desalentar aún más a los migrantes construyendo dos centros de detención en Albania. 

El proyecto, destinado a actuar como un elemento disuasorio para los migrantes económicos, debía estar operativo hace meses, pero ha enfrentado desafíos en los tribunales europeos e italianos, dominados por progresistas. 

Por ahora, los centros de detención están vacíos, y los diputados de la oposición en Italia han acusado al gobierno de desperdiciar cientos de millones de euros del dinero de los contribuyentes. 

Meloni expresó su confianza en que los desafíos legales puedan superarse y que los dos centros puedan comenzar a procesar a miles de migrantes en los próximos meses. 

El proyecto en Albania despertó el interés de otros países europeos, como el Reino Unido, que luchan por prevenir la migración no autorizada. 

“El proyecto es una parte importante de nuestra estrategia para combatir la inmigración irregular”, dijo Piantedosi, quien insistió en que los tribunales finalmente fallarán a favor de Italia y permitirán que el plan en Albania se reanude. 

El martes, otro barco de migrantes naufragó en el Mediterráneo. Siete personas fueron rescatadas, pero al menos 20 permanecen desaparecidas en el mar, incluidas cinco mujeres y tres niños. 

Los sobrevivientes fueron llevados a Lampedusa. Entre ellos estaba un niño sirio de ocho años. Se teme que su madre se haya ahogado. Al parecer, intentaban reunirse con el esposo de ella y padre del niño, que vive en Alemania. 

Casos como los mencionados son ejemplos de las terribles consecuencias dentro del negocio del tráfico de personas. Por un lado, muchísimas personas mueren cruzando el desierto y, por el otro, muchísimas otras mueren cruzando el mediterráneo.

¿Quiénes son los beneficiados? Los traficantes de personas. Muchas ONG y la izquierda italiana están involucrados en el negocio de la trata. Las ONG cooperando con los traficantes y el PD (partido de izquierda italiano) lucrando con el negocio de la «hospitalidad».

Pero Giorgia Meloni está decidida de combatir contra todos estos criminales.

Por Candela Sol Silva para Mundo Libre Diario

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Candela Sol Silva

Estudiante de ingeniería, periodista, entrevistadora y asesora política.

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