Médicos australianos encuentran una lombriz viva en el cerebro de una mujer
Una lombriz parásito que normalmente se encuentra en las serpientes fue extraído “vivo y retorciéndose”, según reportaron los médicos este martes.
Los desconcertados médicos realizaron una resonancia magnética a la mujer australiana de 64 años después de que comenzó a sufrir lapsos de memoria y notaron una «lesión atípica» en la parte frontal de su cerebro.
El parásito extraído fue identificado como Ophidascaris robertsi y suele habitar exclusivamente en el esófago y estómago de las serpientes pitones diamantinas. Esta sorprendente infección, que causó una serie de síntomas desconcertantes en la paciente durante dos años, finalmente encontró su origen en el hallazgo de esta inhabitual criatura.
Con una longitud de ocho centímetros, la lombriz en cuestión es la primera de su tipo en ser extraída de un mamífero, ya que hasta ahora solo se sabía que infestaba a las pitones diamantinas. La paciente fue admitida en un hospital de Camberra en enero de 2021, tras padecer dolor abdominal y diarrea durante tres semanas, seguido de fiebre, tos y dificultad para respirar.
A pesar de varias pruebas, las causas exactas de sus síntomas no se identificaron hasta que un neurocirujano, utilizando resonancia magnética, encontró la presencia del parásito en su cerebro. Los síntomas que la paciente había experimentado, como trastornos de memoria y depresión, finalmente encontraron una explicación en este parásito inusual.
La identificación del parásito como Ophidascaris robertsi arroja luz sobre la probable causa de la infección. Los científicos sugieren que la mujer pudo haber tenido contacto con heces de serpiente contaminadas al tocar o ingerir una hierba nativa. Si bien este parásito se encuentra comúnmente en el sistema digestivo de las pitones diamantinas, su migración a otros órganos como el hígado y los pulmones en un mamífero es inusual y había sido previamente desconocida en la literatura médica.
«Este es el primer caso humano de Ophidascaris descrito en el mundo», afirmó el experto en enfermedades infecciosas Sanjaya Senanayake, según agencia Reuters.
«Hasta donde sabemos, este es también el primer caso que involucra el cerebro de cualquier especie de mamífero, humano o no».
El proceso quirúrgico para extraer el parásito de su cerebro se realizó en una fecha no especificada y fue exitoso, logrando retirar al parásito en un estado vivo y retorciéndose. Actualmente, la mujer está siendo evaluada por especialistas médicos en busca de posibles secuelas y efectos a largo plazo.
Los expertos subrayan que este tipo de infección parasitaria no es transmisible entre personas y que la paciente es considerada una huésped accidental. Aprovechan la ocasión para recordar la importancia de lavar adecuadamente los alimentos recolectados, especialmente si se encuentran en un entorno natural, como medida preventiva ante posibles infecciones similares. El caso no solo proporciona un ejemplo fascinante de la interacción entre los parásitos y sus huéspedes, sino que también resalta la necesidad de una mayor conciencia sobre la higiene y el manejo de alimentos en entornos salvajes.
El parásito, que aparecía como una “estructura parecida a una cuerda” en los escáneres cerebrales, se identificó luego mediante pruebas de ADN .
«Nunca es fácil ni deseable ser el primer paciente del mundo por nada», afirmó Senanayake.
«No puedo dejar de expresar nuestra admiración por esta mujer, que ha demostrado paciencia y valentía a lo largo de este proceso».
Senanayake dijo que se sabía que los gusanos redondos Ophidascaris infectaban a animales en otras partes del mundo, y que era «probable que se reconocieran otros casos en los próximos años».
Los hallazgos fueron publicados en la revista Emerging Infectious Diseases.