Más deportistas cubanos se refugian en Chile desafiando al régimen castrista
La deserción durante los Juegos Panamericanos en Santiago de Chile ha captado la atención mundial. Inicialmente, la cifra se limitaba a seis jugadoras de hockey sobre césped y al vallista Yoao Illas, pero en los días siguientes, el número ascendió a 11 jóvenes que ven en Chile un horizonte más prometedor.
De este grupo, 10 han presentado solicitudes de refugio al Departamento de Refugio y Reasentamiento del Servicio Nacional de Migraciones de Chile. La Ministra de Interior y Seguridad, Carolina Tohá, ha asegurado una pronta evaluación gubernamental de dichas solicitudes. Este grupo inicial de siete atletas sumó una basquetbolista y tres remadores, con casos como el de Betsy Guilarte Zamora, quien optó por separarse de la selección de básquet cubana antes incluso de su participación en las competencias.
El gobierno de Gabriel Boric se enfrenta al desafío de gestionar estas solicitudes en un escenario marcado por la atención mediática y la presión de legisladores críticos, quienes le recuerdan las leyes que permiten otorgar estatus de refugiados a deportistas.
Esta fuga de atletas cubanos no solo pone en tela de juicio las condiciones deportivas en Cuba, sino que también destaca la situación política y social que motiva a ciudadanos destacados a buscar refugio en otros países.
Rompen el silencio
El miércoles, las jugadoras de hockey sobre césped cubanas, Yunia Milanés, Lismary González y Geidy Morales, ofrecieron una entrevista exclusiva a Canal 13 de Santiago de Chile, detallando su escape de la Villa Panamericana el pasado sábado 4 de noviembre.
Las atletas afirmaron haber considerado la posibilidad de escape incluso antes del inicio de Santiago 2023. Sin embargo, se vieron limitadas por la falta de tarjetas para utilizar el metro, dependiendo únicamente de los buses oficiales, lo que restringía sus opciones de fuga.
Desconocían que otras tres compañeras también planeaban escapar. En el momento de su huida, disponían de tan solo 20 minutos para abandonar su delegación. Ante el riesgo de fracasar, consideraron la desesperada opción de escapar incluso desde el aeropuerto antes del vuelo.
Yunia Milanés, de 28 años, con participación en los Panamericanos de Toronto 2015 y Lima 2019, fungió como portavoz del grupo, narrando las dificultades que enfrentaban personalmente y en el ámbito deportivo con su selección.
«Solíamos ver a la familia solo dos veces al año, y solo si era una emergencia se podía solicitar permiso para visitarlos. No podíamos tomar esa decisión por cuenta propia. Entrenábamos sin zapatos, sin equipo, sin protección. Esperábamos donaciones y la aprobación del país», reveló a Canal 13.
Milanés describió los detalles de la fuga, explicando que originalmente planeaban escapar desde la cancha después del partido contra Uruguay, lo cual resultó imposible. Al llegar a la Villa, sus compañeras entraron por una puerta, mientras ellas salieron por otra. Incluso se encontraron con uno de sus profesores y tuvieron que esconderse, experimentando temor y preocupación.
Su plan se vio facilitado con la ayuda de su pareja, Lázaro Tolón, quien también huyó del equipo de hockey en mayo pasado. La jugadora detalló: «No tengo libertad en el futuro, ni en el deporte, ni en lo personal. Muchas razones me llevaron a tomar esa decisión».
Al finalizar su diálogo con el medio, Milanés y sus compañeras expresaron: «Tomamos la decisión correcta, ahora nos sentimos libres”
Este testimonio, seguramente, debería atraer la atención de Camila Vallejo, comunista y vocera del presidente Gabriel Boric, quien ha sido una ferviente defensora del modelo cubano. En el año 2012, se refirió al dictador Fidel Castro como un «referente universal». Sin embargo, las penurias que motivan a los deportistas cubanos a huir desmienten las ilusiones propagadas por su retórica comunista.
Régimen cubano censura la fuga
El régimen cubano ha implementado una política de censura en relación con la fuga de los deportistas a Chile. Una revisión de la sección de deportes en el diario Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba (PCC), revela titulares que promueven una supuesta excelencia deportiva, que es al menos cuestionable y curiosamente se omite cualquier mención a la partida de estos atletas.
Por el contrario, se publican artículos como «Santiago-2023, también se triunfa» o «No solo de Panamericanos se vivió en Chile», este último destinado a resaltar otras competiciones al margen del evento deportivo internacional.
Esto contrasta con la perspectiva de los atletas que han optado por no regresar a Cuba, quienes podrían ser más de los identificados hasta el momento.
El subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, informó a principios de esta semana que la delegación cubana constaba de 412 personas, de las cuales «391 ya salieron del país». Esto implica que 21 integrantes de la delegación permanecen en territorio chileno, aunque hasta el momento solo se tiene constancia de la partida definitiva de 11 atletas.
Se estima que en la última década, alrededor de 800 deportistas han abandonado la isla en búsqueda de mejores oportunidades, un testimonio elocuente de las dificultades y restricciones que enfrentan en su nación de origen.
Por: Cecilia Borrelli- Mundo Libre Diario