Más demócratas del Congreso expresan dudas sobre las posibilidades de Biden frente a Trump
Un número creciente de demócratas en el Congreso de EE.UU. expresó preocupación por la capacidad del presidente Joe Biden para vencer a Donald Trump en las elecciones del 5 de noviembre. Sin embargo, tras reuniones a puerta cerrada el martes, no surgieron planes de acción colectiva.
Un séptimo demócrata de la Cámara de Representantes pidió públicamente al mandatario de 81 años que terminara su campaña de reelección. Además, el primer demócrata del Senado afirmó que Biden no podría ganar, aunque evitó pedirle que abandonara.
«Donald Trump va camino de ganar estas elecciones, quizás por goleada, y llevarse consigo el Senado y la Cámara de Representantes», dijo el senador demócrata Michael Bennet en una entrevista con CNN. Cuando le preguntaron si Biden debería terminar su campaña, respondió: «Es algo que el presidente debe considerar».
Si Trump gana la Casa Blanca y los republicanos obtienen la mayoría en ambas cámaras del Congreso, enfrentará pocos obstáculos para implementar grandes cambios políticos. Los demócratas ya afrontan una difícil batalla para mantener su mayoría de 51-49 en el Senado, pues deben defender múltiples escaños en estados de tendencia republicana.
Los republicanos tienen una mayoría de 220-213 en la Cámara de Representantes.
Los líderes del partido en el Senado y la Cámara, Chuck Schumer y Hakeem Jeffries, dijeron poco sobre las horas de conversaciones a puerta cerrada entre los legisladores demócratas. En cualquier caso, estos carecen de autoridad para apartar a Biden aunque acordaran una línea de acción.
La mediocre actuación de Biden en el debate del 27 de junio contra Trump y su baja aprobación pública han generado nuevas dudas entre algunos demócratas sobre su capacidad para ganar o para afrontar las exigencias de su agotador trabajo durante otros 4 años y medio.
La representante Mikie Sherrill se convirtió en la séptima demócrata de la Cámara en pedir públicamente a Biden que abandone la carrera. En un comunicado declaró: «Lo que está en juego es demasiado importante -y la amenaza es demasiado real- para permanecer en silencio».
Muchos más legisladores han expresado preocupación porque Biden no haya hecho lo suficiente en los días posteriores para convencer a los votantes de que el debate fue una excepción y no un reflejo fiel de sus capacidades.
Sin embargo, el presidente insiste en que es el mejor posicionado para derrotar al expresidente Trump, de 78 años, a quien considera una amenaza singular para la democracia estadounidense.
El líder de la mayoría en el Senado, Schumer, ignoró las preguntas sobre la aptitud de Biden, repitiendo tres veces: «Estoy con Joe», durante un breve intercambio con periodistas después de que los demócratas del Senado se reunieran para discutir la campaña del presidente.
«Aunque el presidente Biden ha dejado claro que cree ser el mejor candidato para ganar estas elecciones, nada de lo ocurrido en los últimos doce días sugiere que los votantes vean las cosas del mismo modo», dijo la representante Lori Trahan en un comunicado el martes.
Una encuesta de Reuters/Ipsos de la semana pasada reveló que uno de cada tres votantes demócratas registrados creía que Biden debía abandonar la carrera, y el 59% opinaba que es demasiado mayor para trabajar en el Gobierno.
La encuesta también mostró que ninguno de sus posibles sustitutos obtendría mejores resultados frente a Trump. El sondeo mostraba a Biden y Trump empatados con un 40% cada uno.
Cambian tendencias en estados clave
Mientras las encuestas de opinión pública nacionales ofrecen una visión general, las elecciones presidenciales estadounidenses se deciden estado por estado. El informe no partidista Cook Political Report modificó el martes sus calificaciones en tres de los estados más competitivos -Arizona, Georgia y Nevada-, que pasaron de «empate» a «tendencia republicana», citando el cambio de opinión de los votantes sobre Biden tras el debate.
El martes, Biden pronunció un contundente discurso ante una reunión de líderes de la OTAN en Washington, mientras la vicepresidenta Kamala Harris -considerada la candidata más probable para sustituir a Biden si dimitiera- hizo campaña en Nevada.
«Lo único que sabemos de Joe Biden es que es un luchador. Él es el primero en decir que cuando te derriban, te vuelves a levantar», dijo Harris a sus partidarios en Las Vegas.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, enfrentó otra ronda de preguntas de los periodistas sobre la salud de Biden el martes. En un comunicado, el médico de la Casa Blanca afirmó que Biden no recibía tratamiento por ninguna afección neurológica y que obtuvo un certificado de buena salud en su examen físico más reciente, en febrero.
Biden ha conseguido renovar el apoyo de varios grupos clave, incluidos los miembros del Comité Negro del Congreso. Los votantes negros constituyen un componente crucial de la base del partido.
Algunos demócratas de la Cámara expresaron su frustración porque el partido se centrara en los defectos de Biden en lugar de unificarse contra Trump, quien afirma que su derrota en 2020 fue consecuencia de un fraude.
«Creo que el presidente ha decidido que la discusión ha terminado y que mantiene firme su compromiso de presentarse», dijo el representante Stephen Lynch sobre Biden, añadiendo que los disidentes «tendrán que subirse a bordo».
(Reuters)