“La izquierda cobarde”: Así llamó Maduro a Boric en Chile, Castillo en Perú y al candidato colombiano Petro
Nicolás Maduro, atacó a los nuevos líderes latinoamericanos de izquierda, llamándolos “cobardes”, luego de ser criticado por el recién electo presidente de Chile, Gabriel Boric, y el actual presidente del Perú, Pedro Castillo.
“Ha surgido una izquierda cobarde que basa su discurso en atacar el modelo bolivariano exitoso, victorioso”, dijo este 9 de febrero, el dictador venezolano en un contacto telefónico con el programa ‘Con el mazo dando’, que conduce Diosdado Cabello.
Maduro aseguró que han surgido líderes de izquierda que “no tienen moral”, y que carecen de “nivel para atacar a la revolución bolivariana”.
“Es una izquierda derrotada, fracasada, una izquierda cobarde frente al imperialismo, frente a las oligarquías’, dijo el dictador venezolano.
El presidente Pedro Castillo, del partido político de izquierda ‘Perú Libre’, dijo en una entrevista con CNN el pasado el 24 de enero, que piensa crear “un verdadero modelo democrático y abierto con los peruanos”, cuando el periodista de CNN Fernando del Rincón le dijo que tenía miedo de hablar sobre Cuba, Venezuela y Nicaragua.
“No soy parte de eso. Y no me gustaría que el Perú se convierta en uno de esos modelos”, enfatizó el mandatario.
Sin embargo, aclaró que “Cuba es un país hermano”.
Ante la pregunta del periodista de CNN, Fernando del Rincón, de si Cuba es una dictadura, y si es democrática, Castillo respondió: “habrá que preguntarle a los cubanos, ¿no?”, eludiendo con ello la realidad de que Cuba es un brutal régimen comunista de partido único acusado de violar los derechos humanos, y sin elecciones libres desde el año 1959.
Luego, ante la pregunta de qué pensaba de Venezuela, Castillo respondió lo mismo.
Añadió que hay muchos venezolanos en Perú, pero cuando el periodista le preguntó: ¿ y por que están acá esos venezolanos? Castillo dijo: “porque también hay muchos peruanos que viven allá”, y evitó referirse al éxodo masivo de venezolanos por toda la región que huyen de la dictadura socialiasta de Maduro, donde la escasez, el hambre, la inflación, la represión, la corrupción y las violaciones sistemáticas de los derechos humanos provocaron esta estampida inédita de personas en el continente.
Recordemos al secretario general de la OEA cuando en enero de 2019 denunció el fracaso de la dictadura cubana:
“La dictadura cubana ha fracasado en lo que significa acceso a derechos y equidad, ha fracasado su sistema productivo, ha fracasado su manejo financiero, ha fracaso su manejo de la economía, la única forma de licuar sus deficiencias sociales es empujando su gente al exilio”, señaló Almagro.
En el caso de Gabriel Boric, el recién presidente electo de Chile, que asumirá el 11 de marzo de 2022, aseguró en una entrevista con M24 Radio de Uruguay se refirió expresamente a la situación dictatorial en Venezuela y Nicaragua.
“A mí me gustaría establecer un principio irreductible que es la defensa irrestricta de los derechos humanos, independiente del gobierno de turno”, señaló.
“Lo de Nicaragua es brutal. La situación de Venezuela, (…) sin lugar a dudas ha habido un retroceso en las condiciones democráticas que ha sido muy brutal y para qué decir las condiciones económicas”.
Boric fue más explícito que el presidente Pedro Castillo, y mencionó lo que Castillo evitó mencionar:
”El éxodo de 6 millones de venezolanos a lo largo del continente es la prueba más fehaciente de aquello. Ese no es nuestro camino, nosotros aspiramos a construir una izquierda que sea profundamente democrática”.
También se refirió a cómo estos países han utilizado a través del tiempo para ejercer sus dictaduras con mano de hierro (aunque no los nombró específicamente), el alegato de la autodeterminación de los pueblos.
“El alegato permanente que hacen ciertas izquierdas a la autodeterminación de los pueblos para terminar incluso justificando sus desviaciones o conductas que no son apropiadas, como limitaciones a libertad de expresión, a la reunión, es algo que tenemos que enfrentar más abiertamente”, sostuvo, el futuro presidente de Chile.
“Nosotros aspiramos a construir una izquierda profundamente democrática, respetuosa de los derechos humanos, que sea capaz de ser crítica de sí misma”, agregó.
Maduro también se refirió a Gustavo Petro, candidato presidencial para las elecciones de 2022, que afirmó en entrevista publicada por la revista Semana que Maduro “es una persona que está dentro de las dirigencias de la política de la muerte”.
Días atrás, el senador y precandidato Petro visitó en el Vaticano a Jorge Bergoglio (Papa Francisco) generando una gama extensa de reacciones.
Católicos, votantes, políticos, legisladores, entre muchos otros, cuestionaron el encuentro realizado con el ex guerrillero comunista por el pasado de violencia del actual candidato a presidente de Colombia.
El actual candidato presidencial despertó a la vida política al ver llorar a su padre con la muerte del sanguinario guerrillero argentino “Che” Guevara, y luego siendo ya adulto militó en el grupo guerrillero terrorista M-19.
Quizás el evento más trágico y sangriento que se recuerda, cometido por el grupo M-19, fue la toma en 1985 del Palacio de Justicia, sede de la Corte Suprema y del Consejo de Estado colombianos.
Esa acción terrorista dejó al menos 94 personas muertas entre ellos once magistrados, incluyendo al presidente de la Corte Suprema.
Socialismo en la práctica
A pesar de que ambos líderes de la izquierda manifestaron una buena voluntad para distanciarse de los modelos socialistas de la región, habrá que ver en la práctica cómo el socialismo construye una sociedad democrática.
Hasta ahora el socialismo y el comunismo nunca fueron democráticos porque se basan en el marxismo, en la lucha de clases, y en la violencia.
Tanto en Venezuela como en Cuba y Nicaragua, los líderes socialistas prometieron sociedades más democráticas que sus antecesores, y prometieron igualdad, y oportunidades para el pueblo, sin embargo, hicieron todo lo contrario.
Usualmente los anteriores líderes socialistas y comunistas expresan su distanciamiento de las experiencias nefastas anteriores del comunismo, generalmente antes de la toma total del poder.
«El pueblo de Cuba sabe que el gobierno revolucionario no es comunista», dijo Fidel Castro el 19 de abril de 1959, cuando la Revolución Cubana apenas daba sus primeros pasos.
«Nuestra Revolución es tan cubana como nuestras palmas. (…) Y toda esta campaña de comunista
, campaña falsa, campaña canallesca, que ni nos preocupa, ni nos asusta», dijo más tarde en un discurso realizado en Washington D.C., donde se encontraba de visita oficial.
Sin embargo, solo unos meses después, cuando ya se había fusilado en Cuba, y se habían nacionalizado las propiedades, y se cerraban a gran velocidad los espacios democráticos en todos los sectores de la vida, el discurso oficial cambió.
“¡Somos socialistas!, y por eso, ¡seremos siempre socialistas!, ¡por eso somos marxista-leninistas!, ¡y por eso seremos siempre marxista-leninistas!”, dijo Fidel Castro el 22 de diciembre de 1961, cuando habían pasado solo 2 años desde que tomó el poder por medio de la violencia marxista.
Ahora la izquierda de la región busca desmarcarse de esos antecedentes.
Hace 31 años que la región está materializando su modelo autoritario socialista en la región, y lo hacen a través del Foro de Sao Paulo, y de lo que fue en su momento el Socialismo del Siglo 21, en Venezuela.
El Foro de Sao Paulo (FSP) celebró con gran júbilo el triunfo del socialista Castillo en el Perú.
Desde este momento el destino de “la nación” está “en manos de un presidente de izquierda”, expresaron en una declaración.
El FSP defiende el encarcelamiento y persecución que hizo Daniel Ortega de toda la oposición y los candidatos a las últimas elecciones en las que el dictador resultó nuevamente elegido.
Con relación a Chile, el FSP destacó “el triunfo de las fuerzas populares, políticas y sociales antineoliberales chilenas en las elecciones de la Convención Constitucional”, que actualmente está realizando la redacción de la nueva Constitución socialista de ese país.
En esa alianza regional respaldan a “los gobiernos revolucionarios, progresistas, populares y de izquierda de Cuba, Venezuela, Bolivia, Nicaragua, México y Argentina”.
En 2019, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, comenzó su histórico discurso en la 74ª Asamblea General de la ONU recordando que Brasil estuvo al borde del socialismo.
Se refirió a cómo la experiencia socialiast del Partido de los Trabajadores (PT) de Ignacio Lula Da Silva PT y la izquierda destruyeron el país.
El presidente brasileño denunció el Foro de Sao Paulo: «La organización criminal, creada en el 90, por Fidel Castro, Lula y Chávez, para difundir e implantar el socialismo en América Latina, sigue viva y debe ser combatida», expresó.