Maduro acusa a EE. UU. de buscar un “cambio de régimen” en Venezuela con despliegue naval en el Caribe

El líder chavista Nicolás Maduro denunció este lunes que Estados Unidos estaría intentando provocar un “cambio de régimen” en Venezuela mediante el despliegue de fuerzas navales en el Caribe. La declaración se produjo durante una conferencia de prensa poco común en Caracas, acompañado por funcionarios y altos mandos militares.
Las tensiones entre Washington y Caracas han aumentado en las últimas semanas tras un refuerzo considerable de la presencia naval estadounidense en el sur del Caribe y aguas cercanas. Según funcionarios estadounidenses, el operativo tiene como objetivo combatir amenazas vinculadas a los cárteles de la droga en América Latina, en el marco de la estrategia del presidente Donald Trump, que ha convertido la lucha contra el narcotráfico en un eje central de su administración, junto con el control de la migración y la seguridad en la frontera sur.
Maduro, junto con el ministro del Interior, Diosdado Cabello, y otros voceros del régimen, acusó a Estados Unidos de utilizar el argumento antidrogas como excusa para justificar una posible intervención. “Buscan un cambio de régimen a través de la amenaza militar”, declaró. También aseguró que Venezuela enfrenta “la mayor amenaza en 100 años en el continente”, pero insistió en que el país se mantendrá en paz y que sus fuerzas armadas están “super preparadas” para defender la soberanía.
La acusación de narcotráfico
Washington sostiene que el régimen chavista juega un rol clave en las rutas internacionales de la droga. A comienzos de agosto, el gobierno estadounidense duplicó la recompensa por información que conduzca a la captura de Maduro, elevándola a 50 millones de dólares, bajo acusaciones de narcotráfico y vínculos con organizaciones criminales.
El chavismo, en cambio, ha desestimado las acusaciones y asegura que se trata de un pretexto para incrementar la presión internacional.
Escenario abierto
Con la presencia naval ampliada, Washington envía una señal clara de presión al régimen chavista, mientras mantiene abiertas sus acusaciones por narcotráfico. Caracas, por su parte, insiste en que se trata de una amenaza militar directa contra su permanencia en el poder.
El despliegue refleja así un nuevo capítulo de la prolongada confrontación entre Estados Unidos y el chavismo, en un contexto donde el futuro político de Venezuela sigue marcado por tensiones internas y externas.