Lula da Silva convierte a Brasil en el país más endeudado de Latinoamérica en solo un año
En tan solo un año, el gobierno de Lula da Silva ha llevado a Brasil a convertirse en el país más endeudado de Latinoamérica, superando a Argentina y dejando atrás la herencia de superávit y responsabilidad fiscal dejada por su predecesor, Jair Bolsonaro.
El déficit de 39,400 millones de reales (8,160 millones de dólares) superó los 35,500 millones de reales proyectados por economistas encuestados por Reuters. Los gastos totales crecieron un 20% en términos reales desde noviembre de 2022, mientras que los ingresos netos aumentaron un 4.2%.
El Tesoro de Brasil dijo en un comunicado que los gastos aumentaron debido a la financiación de 11,300 millones de reales a estados y municipios en noviembre; mayores gastos en salud, educación, el programa de asistencia social Bolsa Familia, y beneficios de pensiones.
De esta manera, el superávit fiscal que había dejado Bolsonaro fue completamente desmantelado, y el gobierno socialista ha eliminado los topes legales para la expansión del gasto público.
PIB (Producto Interno Bruto)
El resultado primario del Gobierno federal brasileño registró un déficit equivalente al 1,2% del PIB al cierre de noviembre del año pasado, en comparación con el superávit de al menos el 0,6% del producto que se registraba en enero, cuando Lula asumió la presidencia.
En poco tiempo, las arcas públicas han vuelto a estar en números rojos, y los ingresos tributarios ya no son suficientes para cubrir los gastos corrientes. Además, Brasil enfrenta una carga de intereses de deuda pública notablemente alta, una de las más importantes de la región e Iberoamérica.
El déficit financiero federal alcanzó el 6,24% del PIB en noviembre, equiparable solo al registrado durante la pandemia y los déficits posteriores a la crisis de 2014. Esto ha llevado a que Brasil se convierta oficialmente en el país más endeudado de la región, con una deuda bruta del sector público que representa hasta el 85% del PIB, superando incluso a Argentina.
Altos impuestos
Ante la necesidad de financiar el excesivo gasto fiscal, el gobierno ha recurrido al endeudamiento y a la imposición de nuevos impuestos. Durante el año pasado, se establecieron retenciones sobre la exportación de petróleo, se impusieron recargos sobre los juegos de azar y se gravaron las criptomonedas, entre otras medidas. Sin embargo, estas acciones no han sido suficientes para compensar el aumento del gasto.
Para este año, Brasil planea una amplia reforma impositiva que aumentaría la tasa del impuesto al valor agregado (IVA) hasta el 27,5%, unificando una serie de impuestos internos y convirtiéndose así en el país con el tributo más elevado del mundo, incluso por encima de los países nórdicos.