Los motivos por los que Messi no se presentó a la distinción de la Casa Blanca de Biden

El pasado sábado, en una ceremonia en el Salón Este de la Casa Blanca, el presidente Joe Biden otorgó por última vez en su mandato la Medalla Presidencial de la Libertad, el mayor reconocimiento civil de Estados Unidos. Entre los galardonados figuraba Lionel Messi, cuya ausencia en el evento no pasó desapercibida.

La Casa Blanca informó que el astro argentino no asistió debido a un «tema de agenda», pero lo que llamó aún más la atención fue que tampoco envió a un representante para recibir la medalla en su nombre, algo inusual en eventos de esta magnitud. Como resultado, Messi ni siquiera fue mencionado durante la ceremonia, dejando un vacío simbólico en el acto.

Messi había sido seleccionado por su destacada carrera futbolística, su labor como embajador de Buena Voluntad de UNICEF y su apoyo a programas de salud y educación para niños a través de la Fundación Leo Messi. Sin embargo, su ausencia generó especulaciones sobre los verdaderos motivos detrás de su decisión.

Antecedentes de la distinción

La Medalla Presidencial de la Libertad, creada en 1963 por John F. Kennedy, ha sido otorgada a figuras emblemáticas como Martin Luther King Jr., aunque con el tiempo la selección fue cambiando, galardonando a actores y a deportistas polémicos como Megan Rapinoe, excapitana de la selección femenina de fútbol de Estados Unidos y hasta al especulador financiero George Soros.

Messi se convirtió en el primer futbolista varón en ser seleccionado para este galardón, uniéndose a una lista de deportistas que incluye a Muhammad Ali, Michael Jordan y Simone Biles.

La ceremonia, que marcó uno de los últimos actos oficiales de Biden antes de dejar la presidencia, reconoció a otras 18 personalidades de diversos ámbitos. Entre ellas, el basquetbolista Earvin «Magic» Johnson, quien sí asistió y aceptó gustosamente recibir el galardón. También fueron homenajeados Bono, líder de U2; Hillary Clinton, exsecretaria de Estado; y el chef José Andrés, conocido por su trabajo humanitario en zonas de desastre.

Un gesto que deja preguntas

La ausencia de Messi -quien reside en Miami- no solo contrastó con la emotividad del resto de los galardonados, sino que dejó a muchos preguntándose si fue simplemente una cuestión de agenda o si existió otro motivo detrás de su decisión. Mientras otras figuras ausentes, como el filántropo George Soros, enviaron representantes, la falta de un gesto similar por parte de Messi sorprendió, especialmente dado el prestigio del reconocimiento.

¿Fue un descuido logístico, una decisión calculada o simplemente un acto de indiferencia hacia un galardón estadounidense? A esto podríamos agregarle otra pregunta ¿habría asistido a la ceremonia el crack argentino si hubiera sido el presidente electo Donald Trump quien lo hubiera convocado para tal distinción?

El tiempo dirá si Messi decide pronunciarse sobre su ausencia o si este capítulo quedará como una anécdota en su extenso y multifacético legado. Por ahora, lo cierto es que, en esta ocasión, el escenario en Washington quedó sin el brillo del astro argentino.