Los desafíos del presidente dominicano reelecto al tener al «violento» Haití como vecino
El presidente electo de la República Dominicana, Luis Abinader, dijo el lunes (20 de mayo) que se sentaría con los líderes de la oposición para discutir una posible reforma fiscal, de cara a su segundo mandato.
Abinader afirmó que la reforma incluiría ajustes tanto en los impuestos como en el gasto público, y que no pondría en riesgo el crecimiento económico de la República Dominicana, al tiempo que protegería a los más vulnerables del país. Sin embargo, advirtió que su propuesta probablemente entrará en vigor con algunos cambios.
“Quiero decir que para esta conversación, nos acercaremos a los líderes de la oposición pero también será con toda la sociedad dominicana… Este es uno de los temas que vamos a hablar, la reforma fiscal que repito, tiene que ver con una reforma tributaria pero también, una reforma del gasto público”, aseguró el mandatario.
Y agregó: “Tenemos un plan desde que llegamos al Gobierno. Y es un plan que se extiende también estos cuatro años para mejorar significativamente nuestra educación, la atención (sanitaria) primaria, donde se necesitan más recursos; continuar con la reforma de la policía, que ha ido avanzando”.
Hablando un día después de ser reelegido como presidente, Abinader también dijo que la crisis de violencia que azota al vecino Haití ha mermado las importaciones. Sin embargo, confió en que la llegada de tropas keniatas para pacificar el país dé resultados.
“La situación de Haití ha hecho que se hayan disminuido las importaciones por la situación normal de un país que está en crisis”, dijo el presidente, estimando aproximadamente que la caída de las importaciones representa un 15%. “Pienso que eso se va a ir normalizando y que la llegada de las tropas de Kenia va a ser el comienzo de la normalización”, continuó.
En respuesta a la petición de ayuda de Haití, Kenia se ofreció el pasado mes de julio a enviar 1.000 oficiales a Haití para ayudar a hacer frente a una crisis de seguridad que se agrava y en la que la escalada del control de las bandas ha sumido a millones de personas en una crisis humanitaria. Jamaica, Bahamas, Barbados, Benín, Chad y Bangladesh también se han comprometido a enviar personal a la fuerza.
“Estamos en coordinación con los países que están interactuando en el caso de Haití en lo que se refiere a la seguridad. Tenemos que saber, cuando lleguen estas fuerzas (kenianas), las consecuencias que van a tener en el país”, explicó el jefe de Estado.
“Y les puedo decir que todos los organismos de seguridad así como las fuerzas armadas del país están conscientes de cualquier riesgo o nueva acción…Pueden estar seguros que tenemos los conocimientos, la información y la inteligencia y que estamos preparados para cualquier eventualidad”, concluyó.
(Reuters)