Los cubanos con familia en el extranjero son blanco de la delincuencia interna
La criminalidad y la violencia dentro del Archipiélago Cubano se han impuesto a niveles nunca antes vistos, o recordados, la precariedad ante la carencia de alimentos básicos y de medicamentos necesarios que golpean día a día al ciudadano cubano de a pie, parecen ser parte de la causa. Las anécdotas respecto a asesinatos, asaltos a mano armada dentro de las viviendas y apuñalamientos en plena calle, son nuestro diario pan.
En la sociedad cubana existe una Canasta Básica de Alimentos que solo alcanza para 5-6 días de los 30 con que cuenta cada mes. Una situación que llega hasta la hambruna entre los segmentos de ciudadanos más vulnerables de la obsoleta sociedad comunista cubana.
Así también confluye en la situación antes descrita el desmesurado índice de criminalidad en Cuba, que a partir de inicios de los años 60 del pasado Siglo XX, durante el auge de la hoy frustrada Construcción del Socialismo, trajo consigo a rajatabla la aplicación de la frase de Karl Marx: “…la religión es el opio del pueblo…”. Lo que ha acarreado una pérdida de valores individuales, familiares, y sociales en varias generaciones de cubanos, que mucho aporta a la criminalidad.
Los principales blancos de los delincuentes son los compatriotas residentes dentro de Cuba que reciben dólares y euros enviados por sus familias desde el exterior. Se han dado casos de asaltantes que se llevaron el dinero y las joyas, pero también la comida de los refrigeradores.
Aunque los medios de comunicación y las distintas plataformas mediáticas oficialistas al servicio de la Junta Militar NeoRaulista tienen prohibido la llamada Crónica Roja, para garantizar ante la opinión nacional e internacional una supuesta Seguridad Ciudadana que no existe. A la Dictadura Comunista en el ejercicio del poder hace 65 años, le es muy necesario aparentar que todavía se tiene el control sobre la delincuencia.
Por ello a los periodistas que operan bajo las directrices de los Departamentos Ideológico (DID) y de Orientación Revolucionaria (DOR) del partido comunista, encargados de encubrir el alto grado de criminalidad y violencia en la Isla, les ha salido un competidor. Los ciudadanos y las redes sociales encargadas de reemplazar a los siempre necesarios cronistas rojos.
Precisamente es por ahí, por donde en realidad se conocen los crímenes diarios que ocurren en la Isla a pesar de la censura oficialista, partidista o política. Porque en una Cuba donde las crónicas rojas son prohibidas por órdenes de aquellos que desgobiernan en la Patria de Martí, los ciudadanos a título individual o en grupos de amigos en las redes sociales, mantienen informados a sus compatriotas de la criminalidad cotidiana.
Esas redes sociales sobre Crónicas Rojas son seguidas de una manera callada pero sistematizada por gran parte de los integrantes de la Nación Cubana, tanto dentro como fuera, pues les preocupa la cada vez más precaria situación de Inseguridad Ciudadana en la Cuba actual. Luego que los crímenes van en franco aumento y la violencia se desata más, no se ve ningún fin a la crisis económica y social tras décadas de Comunismo.
Toda la panorámica antes descrita ha ido creando un angustioso miedo entre los cubanos residentes en el exterior, ya sean emigrantes, o exiliados, a causa del peligro que corren sus parientes en esa Cuba altamente criminalizada, pues a quienes más asaltan y asesinan, son aquellos que reciben remesas familiares en dólares o euros.
Estos grupos creados en redes sociales que con una profesionalidad pasmosa describen desde dentro de la Isla, los asaltos, asesinatos, atracos y linchamientos a ciudadanos con familiares en el exilio, son monitoreados por la policía política. Sin embargo, los aterrorizados residentes en El Mundo Libre, miran aterrados, y esperando alguna noticia fatídica que anuncie la muerte de sus parientes a través de youtubers que informan desde sus provincias.