Los asesores de vacunación de Kennedy evaluarán el momento oportuno para administrar la vacuna contra la hepatitis B

Un panel de asesores del Departamento de Salud, encabezado por el secretario Robert F. Kennedy Jr., evaluará este jueves si recomendar un retraso en la aplicación de la vacuna contra la hepatitis B para la mayoría de los niños en Estados Unidos. De aprobarse, sería uno de los cambios más significativos en la política de vacunación reciente.
Durante la reunión de dos días del Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización (ACIP) de los CDC, también se votará si los padres, en consulta con los profesionales de la salud, pueden optar por administrar la primera dosis de la vacuna al nacer o esperar hasta al menos los dos meses de vida, siempre que la madre dé negativo en la prueba del virus o aún no se haya testeado.
Los asesores también discutirán si se debe recomendar un análisis de sangre previo a la siguiente dosis de hepatitis B y si los seguros médicos deberían cubrir ese estudio.
Desde que asumió el cargo, Kennedy ha impulsado varios cambios en las políticas de inmunización. Entre ellos figuran ajustes en las recomendaciones sobre la vacuna contra la COVID-19, la separación de la vacuna triple viral (sarampión, paperas y rubéola) de la vacuna contra la varicela para menores de 4 años, nuevos criterios para los ensayos clínicos y modificaciones en la asignación de fondos para ciertos programas de vacunación.
Actualmente, los CDC recomiendan tres dosis de la vacuna contra la hepatitis B: la primera dentro de las 24 horas posteriores al nacimiento, la segunda entre el primer y segundo mes, y la tercera entre los 6 y 18 meses. Estas últimas suelen administrarse como parte de vacunas combinadas que también protegen contra enfermedades como la polio y la tos convulsa.
Aún no está definido cuánto tiempo se propondrá posponer la primera dosis, señaló el Dr. Kirk Milhoan, cardiólogo pediátrico y presidente del ACIP.
Demetre Daskalakis, exdirector del Centro Nacional de Inmunización y Enfermedades Respiratorias de los CDC, advirtió que, si el retraso supera los 2 o 3 meses, podría disminuir el uso de vacunas combinadas. Según explicó, esto generaría desafíos en el sistema de suministro durante al menos un año, algo que también han señalado otros expertos en manufactura.








