Lo que está en juego para Trump y Haley en las primarias de Carolina del Sur

Donald Trump quiere hacer de Carolina del Sur el final del camino para Nikki Haley en su batalla por la nominación republicana. Haley intenta sobrevivir y llevar su lucha a las primarias del Super Martes en marzo.

Las encuestas de opinión muestran al expresidente de Estados Unidos con una clara ventaja en Carolina del Sur antes de las primarias del estado el sábado, a pesar de que Haley sirvió como su gobernadora durante seis años.

Si bien la candidatura presidencial de Haley parece cada vez más quijotesca, su campaña insiste en que seguirá adelante sin importar el resultado.

Veamos qué está en juego para cada uno de los candidatos mientras compiten para desafiar al presidente Joe Biden, un demócrata, en las elecciones de noviembre:

Donald Trump

Dicho simplemente, Trump quiere que la carrera republicana termine para poder centrar toda su atención en enfrentarse a Biden.

Ya la campaña de Trump ha señalado que está pivotando hacia las elecciones generales intensificando sus críticas al presidente e intentando asegurar el control del Comité Nacional Republicano.

Trump también tiene que hacer algún trabajo real dentro del partido. La candidatura de Haley ha expuesto una profunda ruptura entre los republicanos sobre la candidatura de Trump, con un bloque de ese electorado, en gran parte votantes suburbanos con estudios universitarios, rechazando lo que él representa.

Su campaña debe estar preocupada porque esos votantes en noviembre deserten a Biden, apoyen a un posible candidato de un tercer partido o se queden en casa.

Trump necesita demostrar que tiene un firme control sobre su partido y que está en condiciones de vencer a Biden. Aplastar a Haley en su estado natal ayudaría.

Nikki Haley

La racionalidad de Haley para permanecer en la carrera será más difícil de ver si Trump la entierra en Carolina del Sur, después de también perder ante él en Iowa y New Hampshire. La presión para que abandone vendrá rápida y fuertemente.

Pero Haley, quien se desempeñó como embajadora ante las Naciones Unidas bajo Trump, puede ver la carrera como algo más que ella. Ella habla ahora en nombre del bloque de votantes republicanos que no siguen a Trump.

Sin embargo, Haley también debe preocuparse de que una serie de derrotas en algún momento dañe sus perspectivas de postularse nuevamente como una candidata viable en cuatro años.

Su campaña ha señalado una serie de contiendas en juego el Supermartes 5 de marzo como favorables para Haley, incluyendo Texas, Carolina del Norte y Virginia. Se otorgarán cientos de delegados ese día, pero está por ver si ella va a hacer inversiones en esos estados para competir.

(Reuters)