Lavrov expresa preocupaciones sobre el conflicto en Ucrania y cuestiona al Vaticano como sede para negociaciones

Este viernes 23 de mayo, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, expresó en un discurso en la Academia Diplomática de Moscú su preocupación por la situación de los hablantes de ruso en Ucrania y cuestionó la idoneidad del Vaticano como posible sede para negociaciones de paz entre Rusia y Ucrania. Sus declaraciones se producen tras el reciente intercambio de prisioneros entre ambos países, anunciado el mismo día por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Lavrov afirmó que Rusia no puede permitir que los hablantes de ruso en Ucrania permanezcan bajo lo que describió como un «régimen» o «junta» liderado por el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskiy. Según Lavrov, sería un «crimen» dejar a millones de personas cuya lengua materna es el ruso bajo un gobierno que, según él, ha prohibido el uso del idioma ruso y restringido los derechos de las minorías étnicas, en violación de la Carta de las Naciones Unidas y las convenciones sobre derechos humanos. Ucrania, por su parte, niega estas acusaciones de discriminación.
El ministro también señaló que la prohibición en Ucrania de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana del Patriarcado de Moscú es una de las causas fundamentales del conflicto. Propuso que la solución más sencilla para resolver el conflicto sería que la comunidad internacional exija a Ucrania derogar las leyes que, según él, discriminan a los hablantes de ruso y a la mencionada iglesia.
Sobre las negociaciones de paz, Lavrov confirmó que Rusia está trabajando en un memorando para un posible alto el fuego, el cual está en una etapa avanzada y será presentado a Ucrania, como se acordó. Sin embargo, expresó dudas sobre el Vaticano como sede para futuras conversaciones, argumentando que sería «poco elegante» que dos naciones mayoritariamente ortodoxas negocien en una plataforma católica, especialmente considerando las tensiones relacionadas con la Iglesia Ortodoxa Ucraniana. Lavrov añadió que el propio Vaticano podría sentirse incómodo albergando estas discusiones.
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, había mencionado previamente que el papa León XIV, el primer pontífice nacido en Estados Unidos, expresó su disposición a mediar en conflictos globales, aunque no mencionó específicamente a Rusia y Ucrania. El Vaticano no ha proporcionado comentarios adicionales al respecto.
Lavrov también reiteró la postura rusa de que sería beneficioso que Ucrania celebre elecciones presidenciales para que Rusia pueda firmar un eventual acuerdo de paz con un líder considerado «legítimo». Zelenskiy, cuyo mandato de cinco años técnicamente expiró en mayo de 2024, no ha celebrado elecciones debido a la ley marcial vigente en Ucrania, una medida que tanto él como Occidente consideran necesaria en tiempos de guerra. Zelenskiy ha calificado las críticas rusas sobre su legitimidad como propaganda.
El ministro ruso subrayó que el objetivo principal es preparar un acuerdo de paz «confiable» que garantice una paz duradera, estable y justa, sin crear amenazas de seguridad para Rusia. Estas declaraciones se producen tras las primeras conversaciones directas entre Rusia y Ucrania en más de tres años, celebradas a principios de mayo en Estambul, donde se acordó el reciente intercambio de prisioneros.
Las palabras de Lavrov reflejan la postura de Rusia en el conflicto y su interés en proteger a los hablantes de ruso en Ucrania, mientras se avanza en los esfuerzos diplomáticos para alcanzar una resolución, aunque persisten desafíos significativos en el camino hacia la paz.