Las urnas de las primarias en Argentina medirán los anhelos de un país en crisis
Demoras y horarios extendidos debido a fallas en el sistema de votación electrónica marcaron la jornada de este domingo en Argentina, donde se realizaron unas elecciones primarias que ofrecerán pistas sobre la dirección que los argentinos quieren dar a un país con una de las peores crisis de inflación del mundo.
Algunos colegios de votación tuvieron que permanecer abiertos después de las 6:00 pm (21:00 GMT), la hora establecida para el cierre de la votación, según pudo constatar la Voz de América.
La extensión del plazo para votar en algunas sedes se debió a la existencia de largas filas de votantes, causadas por problemas técnicos del sistema de voto electrónico para elegir a los candidatos a alcalde de la capital Buenos Aires.
Se espera que el órgano electoral nacional difunda los cómputos oficiales no antes de las 10:00 pm hora local (01:00 GMT), aunque resultados preliminares ya estiman que acudió a votar más del 60 % de los empadronados.
Más de 35 millones de personas estuvieron convocadas a participar en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) que funcionan como una suerte de test electoral para calibrar las posibilidades de las fuerzas políticas y sus precandidatos de cara a las presidenciales del 22 de octubre.
Entre ellos, 2 millones son jóvenes entre 16 y 18 años, un grupo de edad que vota de manera optativa. En uno de los colegios electorales en Buenos Aires, la VOA observó una gran afluencia de personas, con filas ocasionales debido a problemas técnicos con las máquinas empleadas para emitir sufragio electrónico.
Este sistema de boleta electrónica se usa en la capital argentina para elegir a los candidatos a la alcaldía de la ciudad.
Las primarias también definirán los aspirantes a ocupar 24 bancas del Senado y 130 para diputados nacionales, además de los candidatos del gobierno de la provincia de Buenos Aires, entre otros cargos. El voto es obligatorio.
María Servini de Cubría, jueza federal con competencia electoral en Buenos Aires, dijo que «resulta preocupante el grado de improvisación con que se han manejado tanto la empresa contratada para la provisión e instalación de las máquinas de votación, como el propio Instituto de Gestión Electoral”, en un escrito enviado a las autoridades electorales en el que dio detalles sobre las pruebas realizadas con las máquinas hasta bien entrada la noche del sábado, que fue reproducido por la agencia oficial de noticias Télam.
Varios precandidatos depositaron sus votos en las urnas llamando a la ciudadanía a participar ante el temor de que, debido a un clima de decepción con la clase política, la abstención sea mayor que en otras primarias celebradas en el pasado.
El presidente Alberto Fernández, quien no busca la reelección debido a la caída de su imagen en las encuestas, afirmó que «llevamos 40 años de democracia y hoy debe ser un día de alegría por las elecciones.. vayamos a votar todos porque es el modo de ejercer nuestros derechos”.
También dio a entender que el proceso electoral está teñido de incertidumbre al augurar que el próximo presidente será elegido posiblemente en una segunda vuelta electoral en noviembre.
El enojo de la población tras años de inflación —la última medición de junio dio 115 % interanual— que arrojó al 40 % de la población a la pobreza, sumado a la inseguridad y otros problemas crónicos de la economía argentina (escasez de dólares y endeudamiento) han marcado el pulso de una campaña electoral con final abierto.
La coalición opositora de centroderecha Juntos por el Cambio aparece mejor perfilada en las encuestas para recuperar el poder político que perdió en 2019 a manos del peronismo.
Por eso, hay una gran expectativa por la primaria entre el alcalde capitalino Horacio Rodríguez Larreta y la exministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
María del Carmen Antonio, agente de viajes de 65 años y quien esperaba en una cola para depositar su voto a favor de Bullrich, dijo a The Associated Press que en estos comicios “se define mucho. El país necesita un cambio; no podemos seguir así”.
La dirigente de centroderecha fue una de las votantes que sufrió problemas a la hora de sufragar para elegir al candidato a alcalde de Buenos Aires cuando intentaba hacerlo mediante el sistema electrónico. “Tuve una experiencia negativa”, dijo Bullrich a los periodistas al retirarse del colegio electoral.
La exministra explicó que debió hacer ocho intentos hasta concretar su votación y por ello demoró mucho más de lo que hubiera deseado.
El conservador expresidente Mauricio Macri (2015-2019) —referente político de esa última dirigente—, llamó por su parte a los argentinos a que se movilicen “para dejar atrás una era que nos ha llevado a mucho daño y tristeza”.
Las primarias también pondrán a prueba el potencial del peronismo gobernante, que competirá bajo la denominación Unión por la Patria, luego de cuatro años de mandato de Fernández.
En este espacio, los sondeos dan por descontado que el ministro de Economía, Sergio Massa, se impondrá en la interna sobre el dirigente social izquierdista Juan Grabois.
Con la intención de poner en jaque a la hegemonía electoral de las dos principales coaliciones aparece el economista ultraliberal Javier Milei, de La Libertad Avanza, que propone dolarizar la economía y cerrar el Banco Central. Admirador de Jair Bolsonaro y Donald Trump, Milei aglutina el voto de los indignados con los políticos tradicionales, sobre todo, entre los más jóvenes.
Milei dijo que miembros de la “casta de políticos aferrados a sus privilegios” intentan estigmatizarlo y que Argentina tiene la oportunidad de cambiar después de décadas de fracasos.
Para instalar a un candidato en la carrera presidencial, las fuerzas políticas deben alcanzar en las PASO al menos el 1,5% de los votos válidos.
Se espera que la justicia electoral difunda los cómputos oficiales no antes de las 22:00 de la noche (01:00 GMT). El gobierno pide paciencia. Aunque aún no hay datos oficiales, circula la noticia de que Javier Milei ha sido el candidato más votado.
Fuente: Voz de América