La victoria de Trump representa el «mayor reseteo» del orden mundial, según el arzobispo Viganò
El 8 de noviembre, el arzobispo Carlo Maria Viganò publicó un extenso mensaje en el que ofrece su perspectiva sobre la elección de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos. En su análisis, Viganò describe la victoria de Trump como un punto de inflexión fundamental en la lucha contra lo que él denomina como el «metaverso globalista», una estructura de poder que, según el arzobispo, está desconectada de las verdaderas necesidades del pueblo y representa una amenaza para la humanidad.
La arrogancia de la élite y el descontento del pueblo
Viganò señala que la campaña electoral fue una muestra de la desconexión entre la élite política y mediática, a quienes describe como «autoproclamados buenos», y el pueblo estadounidense.
Afirmó que estos sectores, apoyados por figuras de renombre y el respaldo de los grandes medios de comunicación, promovieron agresivamente la candidatura de Kamala Harris, mientras desprestigiaban y criminalizaban a Trump. Según Viganò, esta actitud solo contribuyó a que «la gente esté cansada de ser humillada por su honestidad y criminalizada por su fe».
«En su cegamiento, la élite globalista ha subestimado la fuerza de esa llama que arde en cada hombre, que le recuerda que está llamado al Bien, que le amonesta a evitar el Mal, que le señala un destino de felicidad eterna en el Cielo. Porque los globalistas no saben amar, sino sólo odiar; y porque el odio en que se consumen contra Dios y contra el hombre que Él creó a Su imagen y semejanza es estéril, destructor, mortal», expresó
«Los que eligieron a Donald Trump –un número mucho mayor que las cifras oficiales, si tenemos en cuenta el fraude electoral que se produjo– afirmaron, ante todo, su derecho a seguir siendo humanos. Ese pueblo no es reaccionario, no odia el progreso, no teme la libertad. Al contrario, no acepta la inversión del mundo y de la realidad, rechaza el infierno en la tierra en el que el Estado profundo quiere encerrarlo y no quiere llamar al mal bien y al bien mal«, agregó.
El «metaverso globalista» y la desconexión de la realidad
El arzobispo critica duramente lo que llama el «metaverso globalista», un sistema que, en su opinión, se basa en una ideología progresista que impone sus dogmas y metas a través de figuras poderosas en el ámbito político y eclesiástico.
Asimismo asegura que este grupo ha implementado políticas que afectan negativamente al ciudadano común, destacando ejemplos como la crisis energética y el impacto en la agricultura y la ganadería. Además, afirma que “los emisarios del Foro Económico Mundial” buscan reducir la población a través de “esterilizaciones masivas, guerras, hambrunas y pandemias”.
La importancia de la victoria de Trump
Para Viganò, la victoria de Trump representa una oportunidad única para desafiar este supuesto orden globalista, al que él y otros líderes conservadores se oponen firmemente.
Describe esta victoria como un «mayor reseteo», un rechazo masivo a lo que él ve como una «distopía progresista».
Un llamado a la unidad bajo Dios
Viganò considera que el mandato de Trump podría marcar un «punto de inflexión en la historia de Estados Unidos y de toda la humanidad», siempre y cuando el presidente electo se comprometa a actuar en conformidad con la ley de Dios y con el bien común.
En su visión, esta oportunidad histórica también implica la necesidad de una «Alianza Anti-Globalista» que incluya a líderes de todo el mundo, como el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, y el primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, quienes también rechazan la agenda globalista.
Un llamado a la acción y a la fe
Viganò concluye su mensaje con una llamada a la oración y a la vida ejemplar, enfatizando que solo una sociedad fundada en la voluntad de Dios puede resistir el mal que, según él, representa el globalismo actual.
Citando las Escrituras, el arzobispo exhorta: “No te dejes vencer por el mal, sino vence el mal con el bien” (Romanos 12:21), y recuerda que el éxito de este «gran reseteo» depende de la fidelidad del pueblo y sus líderes a la voluntad divina.
El arzobispo Carlo Maria Viganò -quien desde hace años viene advirtiendo sobre el peligro de las políticas globalistas y progresistas- ofició como nuncio en los Estados Unidos y fue excomulgado por el Vaticano el pasado mes de julio.