La reacción de Rusia ante la aceptación de Ucrania a la propuesta de tregua de EE. UU.

El 12 de marzo de 2025, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, expresó una postura firme y cautelosa en respuesta a los acontecimientos recientes relacionados con una posible tregua en el conflicto de Ucrania, tras la aceptación por parte de Kiev de una propuesta estadounidense de cese al fuego de 30 días.
En una entrevista publicada este miércoles, Lavrov subrayó que Rusia no aceptará compromisos que pongan en riesgo la vida de las personas ni permitirá la presencia de tropas de la OTAN en territorio ucraniano bajo ninguna circunstancia, incluso en el marco de un acuerdo de paz permanente.
El martes, Ucrania anunció su disposición a respaldar la iniciativa de Estados Unidos, que busca una pausa de 30 días en las hostilidades con Rusia. El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, afirmó que el próximo paso sería presentar esta oferta a Moscú. Sin embargo, el Kremlin, a través de su portavoz Dmitry Peskov, indicó que aún no está en condiciones de pronunciarse sobre la aceptabilidad de la propuesta hasta que Washington brinde detalles específicos sobre las conversaciones sostenidas con Ucrania en Jeddah, Arabia Saudita. Peskov destacó que se esperan contactos con funcionarios estadounidenses, incluidos Rubio y el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Mike Waltz, en los próximos días para obtener «información completa».
La posición de Lavrov: rechazo a la OTAN y defensa de los derechos de los rusoparlantes
En sus declaraciones, Lavrov fue enfático al rechazar cualquier despliegue de fuerzas de la OTAN en Ucrania, ya sea bajo la bandera de «fuerzas de paz» o en cualquier otra capacidad. «La presencia de tropas de países de la OTAN en suelo ucraniano, bajo cualquier bandera, es la misma amenaza que la expansión de la OTAN», afirmó, respondiendo a una pregunta periodística con un rotundo «bajo ninguna condición». Criticó además la obsesión de algunos líderes europeos, como el presidente francés Emmanuel Macron, con el envío de «cascos azules», sugiriendo que estas propuestas buscan escalar las tensiones en lugar de resolver el conflicto.
Lavrov también destacó la importancia de garantizar los derechos y el destino de las poblaciones rusoparlantes, no solo en los territorios «liberados» por Rusia, sino también en las áreas bajo control del gobierno ucraniano. «La mayoría habla ruso, fueron criados como parte de la cultura rusa y quieren que sus hijos conozcan y aprendan el idioma», señaló, subrayando que este aspecto será un punto clave en cualquier negociación.
Europa, el Reino Unido y la presión sobre Trump
El ministro ruso acusó a Europa y al Reino Unido de querer prolongar el conflicto en Ucrania. Según Lavrov, la cálida recepción al presidente ucraniano Volodymyr Zelensky en Londres, tras un escándalo en Washington relacionado con un enfrentamiento en la Oficina Oval con el presidente Donald Trump y el vicepresidente Vance, evidencia un intento de elevar las apuestas. «Están preparando algo para presionar a la administración de Donald Trump hacia una acción agresiva contra Rusia», afirmó.
En este contexto, Lavrov hizo referencia a las declaraciones de Trump sobre la necesidad del consentimiento de las partes para desplegar fuerzas de paz. «Normalmente, se necesita el acuerdo de las partes. ¿Por qué deberíamos dar nuestro consentimiento a una fuerza compuesta por países que nos han declarado enemigos?», cuestionó, dejando claro el escepticismo de Moscú ante estas iniciativas.
A pesar de las tensiones, Lavrov mostró apertura a un diálogo con Estados Unidos y China, destacando una propuesta de Trump de una reunión trilateral para discutir temas de armas nucleares y seguridad. «Estaríamos abiertos a cualquier formato basado en el respeto mutuo, la igualdad y sin soluciones preconcebidas», dijo, dejando la participación china en manos de Beijing. Sin embargo, enfatizó que esto no disminuye la importancia de un diálogo bilateral entre Rusia y EE. UU. sobre estabilidad estratégica.
Por su parte, Peskov evitó valorar si la propuesta de tregua beneficia a Rusia o si Moscú vincularía un cese al fuego a demandas como el levantamiento de sanciones occidentales. «Primero debemos recibir la información», insistió, evitando especulaciones prematuras. Además, no descartó una posible llamada entre Vladimir Putin y Donald Trump, la cual, de ser necesaria, podría organizarse «muy rápidamente».
En este sentido, la reacción de Rusia refleja una mezcla de escepticismo, firmeza y disposición táctica. Mientras el Kremlin espera detalles concretos de EE. UU., Lavrov deja claro que cualquier acuerdo debe respetar los intereses rusos, especialmente la exclusión de la OTAN y la protección de las comunidades rusoparlantes. En un momento de alta tensión geopolítica, la postura de Moscú sugiere que las negociaciones, si llegan a concretarse, serán complejas y estarán marcadas por una desconfianza profundamente arraigada hacia Occidente.