La peligrosa industria de «alimentos» falsos en China (video)

En el vasto panorama de la alimentación global, China se enfrenta a una crisis alimentaria que pone en tela de juicio la integridad de sus productos. El auge de los alimentos falsificados ha encendido una alarma sobre la seguridad alimentaria del país más poblado del mundo.

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Este fenómeno, denunciado ampliamente por los consumidores, refleja un cambio cultural profundo en China. En la antigüedad, la comida era considerada una de las máximas prioridades, casi a la par con el Cielo en términos de importancia. Sin embargo, con la llegada del comunismo y la Revolución Cultural, el valor atribuido a la comida y la tradición ha cambiado drásticamente. La búsqueda de ganancias rápidas ha eclipsado las antiguas prácticas de cuidado y respeto por la alimentación, dejando a muchos en una situación donde la seguridad alimentaria se ve comprometida por la codicia y la corrupción.

En 2023, un caso desmantelado en Sichuan, donde la policía confiscó más de 900 toneladas de carne de vacuno falsa, mostró un indicio sobre un oscuro negocio que pone en riesgo la salud de millones. La carne, que en apariencia imita al producto genuino, está compuesta principalmente de carne de pollo, pato o cerdo mezclada con pasta de vacuno y aditivos que imitan el sabor y la textura de la carne real. 

El proceso de fabricación de esta carne sintética es alarmantemente sencillo y preocupante. Se mezclan y marinan diferentes tipos de carne, se añaden sustancias gelatinosas y colorantes como el nitrito para simular el color y el brillo de la carne fresca. El resultado es un producto que, a pesar de su bajo costo —menos de 0,5 dólares por caja frente a los 13 dólares por kilo de carne auténtica—, puede ser potencialmente peligroso para la salud. 

Este fenómeno no se limita a la carne vacuna. El arroz, otro alimento básico, también enfrenta problemas de adulteración. Se ha descubierto que muchos arroces «jazmín tailandés» vendidos en China y Taiwán, son en realidad arroz normal tratado con fragancia sintética y otros aditivos, que no solo engañan al consumidor, sino que también pueden ser nocivos. Los reportes indican que cada año se introducen miles de toneladas de arroz falsificado en el mercado, desafiando la capacidad de las autoridades para detectar y controlar esta práctica.

La preocupación por la autenticidad de los alimentos no termina ahí. Los frutos del mar, como las patas de cangrejo y el calamar, también están sujetos a falsificación. Los cangrejos se sazonan y se preparan con gluten, mientras que el calamar puede estar hecho con sustancias que imitan su textura pero que son potencialmente dañinas.

Las frutas y verduras tampoco escapan a esta problemática. Las prácticas de cultivo y procesamiento de frutas, como manzanas y uvas, implican el uso de productos químicos y colorantes que pueden comprometer la salud. Un fruticultor ha revelado que las uvas «Rosa del Sol», aunque visualmente atractivas, están cargadas de pesticidas y hormonas, lo que las hace poco recomendables para el consumo.

La creciente preocupación por la calidad y seguridad de los alimentos en China pone de manifiesto la necesidad de una vigilancia más estricta y una mayor transparencia en la industria alimentaria. Mientras tanto, los consumidores deben estar cada vez más atentos y cuestionar la autenticidad de los productos que compran, para proteger su salud y bienestar.

Lo invitamos a ver este informe completo sobre la industria de alimentos falsos en China de nuestro canal asociado, China Libre:

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Redacción Mundo Libre

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