La obsesión de Tesla por los números 3, 6 y 9:¿el código de la creación?
El inventor Nikola Tesla creía firmemente que los números 3, 6 y 9 eran fundamentales para comprender el universo. Según se dice, tenía rituales y hábitos estrictos basados en estos números. Por ejemplo, siempre se hospedaba en habitaciones de hotel cuyo número fuera divisible por 3 y daba tres vueltas alrededor de un edificio antes de entrar. Para Tesla, estos números tenían una vibración especial, un significado cósmico.
Tesla, nacido el 10 de julio de 1856 en lo que hoy es Croacia, fue un inventor, ingeniero eléctrico y mecánico, y futurista que jugó un papel crucial en el desarrollo de la corriente alterna (CA). A lo largo de su vida, Tesla registró más de 300 patentes y contribuyó significativamente a la electricidad, la radio, la radiación electromagnética y más. Aunque murió en 1943, su legado sigue influyendo en la tecnología actual.
Algunas teorías que explican su obsesión por los números 3,6 y 9:
Estructuras geométricas y matemáticas: Tesla pensaba que estos números eran la clave para desbloquear los secretos del universo debido a su presencia en diversas estructuras matemáticas y geométricas. La geometría sagrada, que utiliza patrones y formas como el triángulo (3 lados), también podría haber influenciado su pensamiento.
Frecuencias y resonancias: Tesla estaba obsesionado con las frecuencias y creía que todo en el universo vibra en una frecuencia específica. Los números 3, 6 y 9 se consideraban por él como los números maestros de estas frecuencias.
Patrones Naturales: Tesla notó que estos números aparecían repetidamente en la naturaleza y en fenómenos científicos. Por ejemplo, en la física moderna, estos números aparecen en los patrones de oscilación y las ondas electromagnéticas.
Tesla, un genio que murió en la pobreza
A pesar de sus numerosos inventos y patentes, Tesla no logró capitalizar económicamente sus ideas. Su enfoque estaba siempre en la innovación y el avance científico, dejando de lado los aspectos comerciales. Esta falta de interés por el dinero y su tendencia a invertir todo lo que tenía en nuevos proyectos lo llevaron a la ruina financiera en varias ocasiones.
En sus últimos años, Tesla vivió en el Hotel New Yorker, donde continuó trabajando en sus ideas hasta su muerte en 1943. A pesar de su situación económica, su funeral fue un evento multitudinario, con miles de personas rindiendo homenaje al hombre que había iluminado el mundo con su ingenio.
Hoy en día, el nombre de Tesla es sinónimo de innovación y tecnología avanzada, en gran parte gracias a la empresa de automóviles eléctricos fundada por Elon Musk. Sin embargo, es importante recordar al hombre detrás del mito: un genio que, a pesar de sus logros, murió en la pobreza, pero cuyo legado sigue vivo en cada rincón de nuestra vida moderna.
El 9: mucho más que un número
Cuando se suma 9 a cualquier número, el resultado final siempre refleja el mismo número de origen:
1 + 9 = 10 (1), 2 + 9 = 11 (2), 3 + 9 = 12 (3), y así sucesivamente.
Además, si sumamos todos los números del 1 al 10, excluyendo el 9, obtenemos: 1 + 2 + 3 + 4 + 5 + 6 + 7 + 8 = 36 (3 + 6 = 9).
Esto sugiere que, de alguna manera, el 9 siempre vuelve a aparecer. Incluso si sumamos todos los números del 1 al 9, tenemos: 1 + 2 + 3 + 4 + 5 + 6 + 7 + 8 + 9 = 45 (4 + 5 = 9). Por ello, se interpreta que el 9 simboliza tanto la totalidad como la ausencia, lo que lo convierte en una singularidad que abarca todo y, a la vez, nada.
Este fenómeno se aprecia de la siguiente forma: dado que la suma de todos los dígitos lleva al 9, sumar 9 a cualquier otro dígito nos devuelve a ese mismo dígito de origen: 9 + 5 = 14 (1 + 4 = 5).
En otras palabras, el 9 puede representar a todos los dígitos (36) y, paradójicamente, a la nada o el vacío (0). Esto se interpreta como una descripción de la creación, concebida como un proceso dinámico, donde la totalidad y la nada son equivalentes. La nada, vista como potencialidad pura.
Existen también otras relaciones fascinantes con el número 9. Aunque muchas se deben a la elección de utilizar 360 grados para un círculo, 60 segundos para un minuto y 60 minutos para una hora, estas configuraciones siguen una matriz que resuena con el 9:
- Un día tiene 1,440 minutos, cuya suma da 9.
- Un día tiene 86,400 segundos, que también suman 9.
- Una semana posee 10,080 minutos, que suman 9.
- Un año cuenta con 525,600 minutos, cuya suma vuelve a ser 9.
Un círculo, por ejemplo, se divide en 360 grados (3 + 6 + 0 = 9). La mitad de 360 es 180 (1 + 8 = 9), la mitad de 180 es 90 (9 + 0 = 9), la mitad de 90 es 45 (4 + 5 = 9), la mitad de 45 es 22.5 (2 + 2 + 5 = 9), y la mitad de 22.5 es 11.25 (1 + 1 + 2 + 5 = 9). De esta manera, la repetición del 9 se extiende de forma infinita.
Por último, cabe destacar que el embarazo humano tiene una duración promedio de 9 meses o 36 semanas, una curiosa coincidencia que refuerza la conexión simbólica con este número.