La intervención de Trump fue clave en la tregua entre Israel y Líbano

Aunque aún no ha asumido oficialmente la presidencia, Donald Trump ha comenzado a influir en la política exterior estadounidense: el presidente electo ha desempañado un papel crucial en la consecución del cese al fuego de 60 días acordado entre Israel y Líbano, que entró en vigor el 27 de noviembre.

Según informes, Trump mantuvo una reunión con Ron Dermer, ministro de Asuntos Estratégicos de Israel, en su residencia de Mar-a-Lago el 10 de noviembre; es decir, tan solo 5 días después de ganar las elecciones. Durante este encuentro, Dermer informó al dirigente republicano sobre la posibilidad de una tregua con Líbano, a lo que el presidente electo mostró su apoyo.

Paralelamente, Amos Hochstein, enviado especial del presidente Joe Biden había estado negociando con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y el primer ministro libanés, Najib Mikati, para alcanzar un acuerdo de alto el fuego. Estas negociaciones contaron con el respaldo de Trump, quien, tras su reunión con Dermer, avaló las gestiones de la administración Biden en este sentido.

Además de Biden, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, mantuvo un papel activo en la propuesta de paz en Líbano que comenzó a esbozarse en el mes de septiembre.

Desde entonces, continuaron múltiples reuniones e intercambios reservados. El lunes de esta semana el acuerdo se terminó de cerrar con la intermediación de Trump.

Hochstein, el enviado de Biden, le comunicó al equipo de seguridad de Trump que la tregua estaba trabada porque Netanyahu quería que se deje abierta la posibilidad de atacar a Hezbolá, mientras la tregua esté vigente, si Tel Aviv tenía información de que había una amenaza real contra Israel por parte de la agrupación terrorista.

La exigencia de Netanyahu fue trasmitida a Trump y el presidente electo respaldó la pretensión del líder israelí.

La tregua, que comenzó a las 4:00 a.m. del 27 de noviembre, establece que las fuerzas de Hezbolá se ubicarán al norte del río Litani y que las tropas israelíes se retirarán totalmente del sur de Líbano en un plazo de 60 días.

Estados Unidos y Francia actúan como garantes del acuerdo, que busca poner fin a más de un año de enfrentamientos en la región.

Si Israel cuenta con información de que Hezbolá prepara una ataque terrorista o ha reanudado los contrabandos de armamento, Tel Aviv debe comunicar al Comité de Seguimiento que integrarán Alemania y Reino Unido (además de Estados Unidos y Francia). Si este comité, determina que la amenaza es clara e inminente, se debe comunicar con el gobierno del Líbano, quien se compromete a evitar ese ataque de Hezbolá. Si el Gobierno de el Líbano no logra este cometido, las fuerzas armadas israelíes con el apoyo del Pentágono avanzará contra la organización terrorista apoyada por Irán.

La intervención de Trump en este proceso ha sido interpretada como una señal de los cambios en la política exterior estadounidense bajo su influencia, con un enfoque más proisraelí, una postura firme hacia Irán y, sobre todo, una mirada más «pacifista» sobre los conflictos bélicos en distintas partes del mundo.

Esta nueva impronta en la política exterior estadounidense la adelantó el líder del movimiento MAGA en su discurso tras ganar las elecciones: «Dicen que quiero empezar guerras, no es verdad, quiero detener las guerras… No empezaré una guerra, la detendré… Queremos un ejército fuerte y poderoso. Y lo ideal sería que no tuviéramos que usarlo. Ya sabes, no tuvimos guerras en cuatro años”.

«Todo el mundo está acudiendo a la mesa de negociaciones por el presidente Trump», escribió en X el 26 de noviembre Mike Waltz, futuro consejero de Seguridad Nacional.

«Su rotunda victoria envió un mensaje claro al resto del mundo: no se tolerará el caos. Me alegra ver pasos concretos hacia la desescalada en Oriente Medio», añadió.

El futuro funcionario apuntó que el régimen iraní será el verdadero enemigo a vencer bajo la próxima administración estadounidense: «Seamos claros: el régimen iraní es la causa principal del caos y el terror que se ha desatado en toda la región. No toleraremos el status quo de su apoyo al terrorismo».