La encrucijada de Trump: apoyar la defensa de Israel pero rechazar las guerras neoconservadoras

El 13 de junio de 2025, Israel llevó a cabo una extensa ofensiva aérea contra Irán, conocida como «Operación León Ascendente». Esta operación involucró aproximadamente 200 aviones de combate que atacaron más de 100 objetivos vinculados al programa nuclear iraní, así como instalaciones de misiles y altos mandos militares. Entre las víctimas se encontraban el general Hossein Salami, comandante de la Guardia Revolucionaria, el general Mohamed Bagheri, jefe de las Fuerzas Armadas iraníes, y seis científicos nucleares.
La comunidad internacional ha expresado su preocupación por esta escalada. Países como Catar, Emiratos Árabes Unidos, Turquía y Arabia Saudita han condenado de manera contundente la ofensiva israelí, viéndola como un peligro para la estabilidad regional.
El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, subrayó que Washington no participó en el ataque de Israel contra Irán ocurrido el jueves por la noche. Además, advirtió a Teherán que se abstenga de atacar los intereses estadounidenses en el Medio Oriente.
Rubio calificó los ataques israelíes contra Irán de «acción unilateral» e instó a no atacar «intereses o personal estadounidense» (1)
Trump le dijo al Post: «Siempre supe la fecha» del ataque de Israel a Irán dijo el presidente en una breve entrevista telefónica. “Porque lo sé todo. Lo sé todo. Lo sé todo». (2) El presidente calificó de «excelente» el ataque de Israel contra Irán (3) Donald Trump hace 60 días que viene intentando un acuerdo pacífico con Irán.
«Lo que el presidente haga a partir de ahora podría definir su presidencia«, dijo Matt Boyle de Breitbart, justo después de conocerse los ataques. «Tiene que encontrar un equilibrio entre proteger a Israel, el mayor aliado de Estados Unidos en la región, y evitar que Estados Unidos se vea arrastrado a una guerra». (4)
Trump advierte a Irán: «Lleguen a un acuerdo antes de que no quede nada» (5)
Por su lado Alex Krainer un analista financiero, autor y exgerente de fondos de cobertura vaticinó el ataque a Irán hace dos semanas en una entrevista con Glenn Diesen.
Los servicios de inteligencia israelíes se infiltraron en Irán para lograr ubicar a todos los objetivos al mismo tiempo.
Tanto uno como otro país han expresado hostilidades en el pasado, este ataque preventivo esta destinado a garantizar la supervivencia de Israel.
Todo país y nación tiene derecho a existir, neutralizando lo que considere una amenaza. En este caso, las denuncias de larga data contra el programa nuclear iraní han causado inquietud en Oriente Medio.
Esta operación pone en aprietos a la administración Trump que, en los últimos meses venía enfriando su relación con el primer ministro israelí. Las relaciones bilaterales fueron resentidas pasando del amor al hielo. Trump contaba con lograr un alto al fuego en el conflicto en Gaza, para presentarse como pacificador, un objetivo similar para la guerra entre Ucrania y Rusia, que de igual manera aún no logra cumplir.
Una cosa queda clara: Rusia e Israel son países soberanos que no se someten a la voluntad de EE.UU.
Esta operación, aunque necesaria, conlleva riesgos significativos para la paz mundial. La represalia de Irán se basó en un ataque con 100 drones. Pero todo hace suponer que ese solo es el comienzo. Esto podría generar una presión insostenible sobre la administración Trump, que hasta ahora ha intentado neutralizar a los belicistas neoconservadores. Al mismo tiempo, el presidente debe cumplir sus promesas de no inmiscuirse en nuevas guerras.
“El presidente escucha a sus bases; es su mejor cualidad”, le dijo Matt Boyle a Rachael Bade. “Es evidente que miembros del movimiento MAGA están siguiendo muy de cerca lo que sucede y les preocupa que cualquier maniobra de los globalistas y las fuerzas neoconservadoras para arrastrar a Estados Unidos a otra guerra interminable en Oriente Medio le cause un grave daño político al presidente”.
La geopolítica patriótica MAGA tiende a alejarse de guerras en el Oriente Medio, ya que tiene como prioridad neutralizar, cercar y debilitar a China, su adversario estratégico. Los conflictos como el de Ucrania e Israel han pasado a un rol secundario, cuya misión principal es lograr su pacificación.
Israel fue un aliado importante de EE. UU. durante varias décadas, especialmente cuando la estrategia de defensa del Pentágono era la lucha contra el terrorismo islámico. Pero Trump, en su primer mandato, cambió el enfoque general hacia la rivalidad estratégica entre Estados.
En declaraciones a la prensa durante la firma de un proyecto de ley el jueves, Trump advirtió sin rodeos que un ataque israelí contra Irán «podría ocurrir perfectamente«, aunque dejó claro que prefiere la diplomacia y que ha pedido a los israelíes que se abstengan.
Al final del jueves, Trump pareció entender el mensaje y reafirmó su deseo de evitar un nuevo conflicto en Oriente Medio.
«¡Seguimos comprometidos con una solución diplomática al problema nuclear iraní!», escribió en Truth Social. «Mi administración ha recibido instrucciones para negociar con Irán». Algo que no resulta muy agradable a Israel.