La crisis laboral en China: por qué el gobierno presiona para aumentar la edad de jubilación
Mientras China enfrenta el rápido envejecimiento de su población, los legisladores ahora están considerando aumentar la edad de jubilación del país en un intento de abordar los crecientes desafíos económicos.
Pero la propuesta de retrasar la jubilación, que fue analizada recientemente por el máximo órgano legislativo de China, ha provocado un debate generalizado y un gran enojo. Con preocupaciones por el desempleo juvenil, una fuerza laboral en disminución y un sistema de pensiones en riesgo de agotarse, China enfrenta un momento ominoso en su futuro económico.
Una fuerza laboral en disminución
En el centro de este debate se encuentra el cambiante panorama demográfico del país. La esperanza de vida ha aumentado significativamente en las últimas décadas, alcanzando los 78 años en 2021, y se prevé que supere los 80 años en 2050. Mientras tanto, la población en edad de trabajar que sustenta a los jubilados se ha ido reduciendo, y cada jubilado ahora cuenta con el apoyo de cinco trabajadores, una proporción que podría descender a 2 a 1 en 2050.
Este desequilibrio está ejerciendo una enorme presión sobre el sistema de pensiones de China, que, según la Academia de Ciencias de China, un organismo estatal, podría quedarse sin fondos en 2035.
La edad de jubilación en China es una de las más bajas del mundo: 60 años para los hombres, 55 para las mujeres en empleos administrativos y 50 para las mujeres en puestos de fábrica. En comparación, muchos países desarrollados han fijado sus edades de jubilación más cercanas a los 65 años. La política actual de China se estableció cuando la expectativa de vida era mucho menor y ahora, con millones de personas viviendo más tiempo, el sistema está bajo presión.
“Es una elección inevitable para China adaptarse a la nueva normalidad del desarrollo poblacional”, dijo Mo Rong, director de la Academia China de Trabajo y Ciencias Sociales, al reflexionar sobre la necesidad crítica de reforma.
Déficit de pensiones
Para empeorar las cosas, varias provincias chinas ya están experimentando déficit presupuestarios en materia de pensiones. Según datos del Ministerio de Finanzas, 11 de las 31 jurisdicciones a nivel provincial están en números rojos. Extender la edad de jubilación podría aliviar parte de esta tensión financiera al retrasar el pago de las pensiones, manteniendo al mismo tiempo a los trabajadores de mayor edad en la fuerza laboral durante un período más largo. Pero los expertos también señalan que la solución conlleva su propio conjunto de desafíos.
La Academia China de Trabajo y Ciencias Sociales destacó que la reforma es urgente. Las autoridades sanitarias nacionales han proyectado que el número de ciudadanos de 60 años o más aumentará de 280 millones a más de 400 millones para 2035. Este rápido aumento de la población de edad avanzada es comparable a las poblaciones combinadas de Gran Bretaña y Estados Unidos, lo que pone de relieve la magnitud del problema.
Mientras tanto, el Partido Comunista Chino (PCCh) anunció en julio que aumentaría gradualmente la edad de jubilación, pero los detalles de este plan siguen siendo objeto de revisión. Se espera que los borradores de los cambios a la ley se hagan públicos para recibir comentarios en las próximas semanas, y los legisladores están considerando cuidadosamente el impacto de estos cambios tanto en las personas mayores como en los jóvenes que buscan trabajo.
Tensión entre generaciones
Una de las principales preocupaciones en torno a la reforma es el impacto que podría tener en un mercado laboral que ya está en crisis. El desempleo juvenil se ha convertido en un problema acuciante en China, y muchos ciudadanos temen que la permanencia de los trabajadores mayores en sus puestos de trabajo no hará más que agravar el problema. Este sentimiento ha encontrado eco en las redes sociales chinas.
“Los jóvenes no pueden encontrar trabajo, las personas de mediana edad temen ser despedidas y ahora hay otro problema: los mayores no pueden jubilarse”, dijo un usuario de Weibo (un popular sitio de blogs en China) en respuesta a las discusiones en Beijing.
Aunque la aprensión del público es comprensible, los expertos sostienen que es poco probable que la reforma de la jubilación enfrente a los trabajadores de mayor edad con los jóvenes que buscan empleo para los mismos puestos. “Se trata de un conjunto diferente de trabajos que las personas mayores van a mantener, trabajos manuales y de oficina que serán diferentes a los de nivel básico”, dijo Stuart Gietel-Basten, profesor de Ciencias Sociales y Políticas Públicas en la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hong Kong.
Aun así, la economía china, como muchas otras, ha experimentado cambios estructurales en su mercado laboral. En particular, la automatización y la tecnología han reducido la disponibilidad de empleos manuales tradicionales, lo que ha dejado a muchos trabajadores jóvenes con dificultades para encontrar un empleo estable.
Además, el aumento del coste de la vida y de la vivienda en las zonas urbanas ha aumentado la presión sobre los jóvenes para que consigan rápidamente empleos bien remunerados. Muchos temen ahora que prolongar la carrera de los trabajadores de más edad reduzca sus oportunidades de ascender en la escala profesional o de conseguir puestos que ofrezcan estabilidad a largo plazo.
El camino por delante
Países como Japón y Corea del Sur, que también han tenido que hacer frente al envejecimiento de su población, han logrado elevar con éxito sus edades de jubilación a 65 y 63 años, respectivamente, en respuesta al aumento de la expectativa de vida. Estos países ofrecen modelos potenciales para que China los siga, aunque existen diferencias significativas en el funcionamiento de los sistemas de pensiones y las leyes laborales en las distintas regiones e industrias.
En China, el problema se complica aún más por las disparidades entre las zonas rurales y urbanas, así como entre las distintas provincias. Los trabajadores migrantes y quienes realizan trabajos esporádicos, por ejemplo, a menudo enfrentan un acceso desigual a las pensiones debido a los frecuentes cambios de empleo.
“Si nos fijamos únicamente en la esperanza de vida, debería aumentarse, pero hay que hacerlo de forma justa”, dijo Gietel-Basten, y añadió: “En particular, si eres un migrante o un trabajador eventual que se ha mudado y es posible que no recibas el pago de esos años”.
A medida que la población china sigue envejeciendo y su fuerza laboral se reduce, las reformas se hacen cada vez más necesarias. El equilibrio que tendrán que alcanzar los legisladores será implementar estos cambios de una manera que aborde tanto las preocupaciones económicas inmediatas como las implicaciones sociales más amplias, señala Mo.
China debe “adaptarse a la nueva normalidad del desarrollo de la población”, afirmó. Ya sea mediante reformas graduales o medidas más drásticas, el país se encuentra en una encrucijada, y la forma en que afronte este momento determinará su futuro económico en las próximas décadas.
Por Alina Wang