La comunidad española en Londres se divide ante la final de la Eurocopa
El barrio londinense de Notting Hill vibra con una mezcla de emoción y nerviosismo a medida que se acerca la final de la Eurocopa 2024 entre España e Inglaterra. La comunidad española, profundamente arraigada en esta zona cosmopolita de la capital británica, refleja una diversidad de opiniones y sentimientos ante el inminente choque futbolístico.
En las calles adoquinadas de Portobello Road, famosas por su mercadillo y su ambiente multicultural, los restaurantes españoles, tiendas de productos ibéricos y hasta una escuela internacional española conforman un pequeño rincón de España en el corazón de Londres. Aquí, la expectación por el partido del domingo se palpa en el ambiente.
José López, un repartidor español, expresa un sentimiento compartido por muchos de sus compatriotas: «Dividido. Me gastaría que ganen los dos. Esa es la verdad. Pero lo que quiero ver es un buen partido. Inglaterra juega muy bien. España juega muy bien. Y eso es lo que me gustaría ver, un partido bueno y limpio».
Esta dualidad de sentimientos es común entre los españoles que han hecho de Londres su hogar. Rafa Miralles Gladwin, camarero en un restaurante español, encarna esta división de lealtades: «Soy mitad británico, pero nací en España, soy ambos. Quería que los dos llegaran a la final. Ahora, lo siento por mi familia británica, pero voy con España. Lo siento, pero es lo que hacemos».
La Bodega y La Plaza, dos restaurantes españoles emblemáticos de la zona, se preparan para acoger a aficionados de ambos equipos el día del partido. Miralles Gladwin anticipa el ambiente: «Siempre vienen. Van a venir, todos vendrán el domingo a ‘La Plaza’, al lado. Tenemos una televisión grande, comida española, tapas y cerveza, vino, y cantaremos y veremos si tenemos suerte, a ver qué pasa».
La final también genera conversaciones interesantes en los lugares de trabajo. Héctor Noda, un arquitecto español, describe la situación en su oficina: «En nuestra oficina, la mitad del personal es español y la otra mitad es de aquí, así que es bastante divertido después de los partidos, las discusiones y todo. No soy un gran fanático del fútbol, así que no lo sigo. Pero sí, se puede sentir en la calle que la gente está muy emocionada por todo. Y sí, se pueden sentir las vibraciones, que algo está pasando en todas partes, en cada pub en la calle».
Rebecca Amat, una emprendedora española, reflexiona sobre el significado del evento: «Creo que todo el mundo está muy emocionado con el fútbol, mueve a muchas masas, y creo que todo el mundo está muy ansioso e interesado en este partido … Bueno, creo que en ambos países el fútbol es algo muy importante, y eso es todo, que gane el mejor equipo».
Mientras tanto, en el Instituto Español Vicente Cañada Blanch, las banderas española y de la Unión Europea ondean en el tejado, simbolizando los lazos que unen a ambos países más allá de la rivalidad deportiva del momento en la era post-Brexit.
Con información de Reuters