La Casa Blanca expresa preocupación por la libertad de expresión en Brasil en medio del juicio a Bolsonaro

La Casa Blanca manifestó este martes su inquietud por el rumbo de la justicia brasileña, en particular por el juicio que enfrenta el expresidente Jair Bolsonaro en la Corte Suprema. La portavoz presidencial, Karoline Leavitt, afirmó que el presidente Donald Trump considera la libertad de expresión como una prioridad absoluta y que su administración ya ha tomado medidas concretas en relación con Brasil.
“La libertad de expresión es, posiblemente, el tema más importante de nuestro tiempo. Está consagrada en nuestra Constitución, y el presidente cree firmemente en ella… no tiene miedo de usar el poder económico y militar de Estados Unidos para protegerla en todo el mundo”, dijo Leavitt en una conferencia en Washington.
Las declaraciones se producen en un momento clave: dos jueces de la Corte Suprema de Brasil, incluido el izquierdista Alexandre de Moraes, votaron esta semana a favor de condenar a Bolsonaro por supuestamente liderar un plan para revertir las elecciones de 2022. Moraes, quien supervisó esos comicios y preside los procesos relacionados con el intento de golpe, calificó al expresidente como “líder de una organización criminal”.
Desde la perspectiva de la administración Trump, este proceso constituye una persecución política contra Bolsonaro y el movimiento conservador brasileño. Washington impuso sanciones contra Moraes y elevó al 50% los aranceles sobre varias importaciones brasileñas, en lo que Trump describió como una respuesta a una “cacería de brujas” judicial.
La familia Bolsonaro también ha estado en la mira de la justicia brasileña. Los hijos del expresidente, así como varios de sus colaboradores, enfrentan investigaciones y procesos que sus seguidores interpretan como un intento de silenciar a la oposición.
Contexto regional
El respaldo abierto de la Casa Blanca a Bolsonaro marca un giro en la relación bilateral. Mientras el presidente Luiz Inácio Lula da Silva busca consolidar vínculos con China y la Unión Europea, Trump apuesta por presionar a Brasil a través de sanciones y medidas comerciales, con el objetivo de frenar lo que considera un uso político del poder judicial.
En paralelo, la situación brasileña genera debate internacional sobre los límites de la justicia y la democracia. Para Trump, que asegura haber enfrentado censura en su propio país antes de regresar a la Casa Blanca, la defensa de la libertad de expresión se ha convertido en un pilar de su política exterior.








