La Casa Blanca aclara que Elon Musk no tiene autoridad para tomar decisiones

El papel del empresario Elon Musk en el gobierno de Donald Trump es el de empleado de la Casa Blanca y asesor principal del presidente, no es un empleado del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) y no tiene autoridad para tomar decisiones, dijo la Casa Blanca en una presentación judicial el lunes.

Según un documento firmado por Joshua Fisher, director de la Oficina de Administración de la Casa Blanca, Musk sólo puede asesorar al presidente y comunicarle sus directivas.

«Al igual que otros asesores importantes de la Casa Blanca, el señor Musk no tiene autoridad real o formal para tomar decisiones gubernamentales por sí mismo», afirmó.

La presentación de Fisher, realizada en un caso presentado contra Musk por el Estado de Nuevo México, decía que Musk no era un empleado del Servicio US DOGE ni de la Organización Temporal del Servicio US DOGE, y agregaba: «El señor Musk no es el administrador del Servicio US DOGE».

DOGE ha arrasado en las agencias federales desde que Donald Trump comenzó su segundo mandato como presidente el mes pasado y puso a Musk, el director ejecutivo del fabricante de automóviles Tesla, a cargo de auditar todo para erradicar el gasto innecesario como parte de una reforma dramática del gobierno que ha incluido miles de recortes de empleos.

«Debemos eliminar agencias completas del Estado»

Elon Musk afirmó la semana pasada que es fundamental eliminar varias agencias del gobierno federal, respaldando así la propuesta del expresidente Donald Trump para una profunda reestructuración del aparato estatal en Estados Unidos.

«No basta con recortar partes de las agencias, hay que eliminarlas por completo. Es como una maleza: si no se arrancan las raíces, vuelve a crecer», explicó Musk en una videoconferencia durante la Cumbre Mundial de Gobiernos en Dubái. «No significa que nunca regresen, pero si se elimina la raíz, se dificulta su reaparición», añadió.

Musk argumentó que reducir el tamaño del gobierno es clave para restaurar el principio de un «gobierno del pueblo» y frenar el poder de la burocracia. «Actualmente, vivimos bajo el dominio de la burocracia, no en una auténtica democracia. La solución es devolver el control a los ciudadanos, disminuyendo la estructura gubernamental y eliminando regulaciones innecesarias», sostuvo.

En línea con esta visión, Musk ha liderado un proceso de revisión de diversas agencias a través del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), una entidad creada con el objetivo de optimizar los recursos públicos. Como parte de esta iniciativa, ya se han desmantelado dos agencias: la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y la Oficina de Protección Financiera del Consumidor (CFPB).

El magnate también criticó que muchos funcionarios públicos no sean elegidos por el pueblo ni rindan cuentas directamente a los contribuyentes. Reducir el número de agencias, afirmó, es un paso hacia un gobierno más eficiente y transparente.

Por su parte, el presidente Trump aseguró que Musk no tendrá participación en decisiones que puedan representar un conflicto de intereses entre sus negocios privados y los esfuerzos para reducir el gasto gubernamental.