La cabeza de padilla, un enigma arqueológico en las selvas de Guatemala
Las antiguas culturas siempre han generado fascinación entre multitud de estudiosos gracias a que ofrecen una visión diferente de la humanidad.
Arqueólogos, antropólogos e historiadores encuentran en nuevos hallazgos sobre culturas desaparecidas un aliciente para determinar mejor quiénes y cómo fuimos en el pasado.
Existen culturas que -en particular- despiertan fascinación entre estudiosos ya que dejaron detrás de sus construcciones evidencias de su gran conocimiento y poder.
Otras culturas, de igual modo, resultan más enigmáticas y por ende más dignas de ser analizadas por expertos que descifran costumbres y tradiciones ancestrales, tal como la Maya.
Otra de las culturas que genera encanto es la Rapa Nui, en la Isla de Pascua, cuyas obras más representativas son los Moaís, estatuas con forma de cabeza enterradas hasta el cuello.
Al igual que el pueblo maya, el pueblo Rapa Nui desapareció de la isla de forma tal que los rastros para determinar cómo ocurrió dicho suceso no son muy claros.
Tanto la cultura Maya como la Rapa Nui tienen características distintivas, de igual modo una cultura anterior a la Maya ubicada en Centroamérica llamada cultura Olmeca tiene rasgos propios de su desarrollo.
Una de las características artísticas propias de los olmecas son las cabezas de piedra, esculturas cercanas a los dos metros de alturas con los rasgos aborígenes propios de esta región tallados en su superficie; las narices chatas y bocas pronunciadas.
Un problema ocurre con una de las esculturas Olmecas halladas a mediados del siglo anterior y es que no tiene rasgos autóctonos, más bien tiene rasgos occidentales con la nariz recta y labios delgados, tal y como se relata en el portal guatemala.com.
Esto es un enigma para los interesados en dichas culturas, porque rompe con las consideraciones que se tienen sobre ellas y se abren interrogantes difíciles de responder.
Todas las cabezas de la Isla de Pascua tienen la misma morfología. ¿Por qué hay una excepción morfológica entre las cabezas encontradas en Centroamérica?
Los expertos en restos arqueológicos tienen serios inconvenientes para poder llegar a respuestas claras sobre la “cabeza de padilla”, como normalmente se le conoce.
Durante la revolución guatemalteca, guerrilleros internados en la selva, utilizaron la escultura como polígono y finalmente la arruinaron. Así se destruyó una de las pistas más claras de posibles contactos entre aborígenes Olmecas y hombres blancos.
Ahora solo queda la pregunta sobre por qué en la región Olmeca se esculpió este tipo de obra y qué relación tiene con el desarrollo y desaparición de su cultura.