La batalla de Tulsi Gabbard contra el establishment para convertirse en la jefa del espionaje estadounidense
Ocho senadores republicanos no están seguros de apoyar a la ex miembro demócrata del Congreso Tulsi Gabbard para convertirse en la jefa del espionaje de Estados Unidos, según una fuente de transición del presidente electo Donald Trump y una segunda fuente con conocimiento del tema, lo que aumenta las dudas sobre si su nominación asegurará la confirmación del Senado.
Un colaborador de Trump en estrecho contacto con el equipo que intenta impulsar las nominaciones del presidente electo en el Senado también dijo que había un gran pesimismo sobre si Gabbard podría conseguir los votos que necesita para convertirse en directora de inteligencia nacional.
Las tres fuentes, consultadas por Reuters, pidieron el anonimato para comentar el asunto.
La fuente del equipo de transición y la fuente familiarizada con el tema describieron que ocho senadores republicanos albergaban dudas sobre apoyar a la exlegisladora porque, según ellos, no estuvo preparada para responder preguntas difíciles durante una ronda inicial de reuniones la semana pasada en el Capitolio.
Estas fuentes apuntaron que las preocupaciones sobre la nominada por Trump han sido alimentadas por su incapacidad para abordar esas cuestiones de manera suficiente, su visita a Siria en 2017 para reunirse con el entonces presidente sirio Bashar al-Assad y su falta de experiencia significativa en inteligencia.
En un comunicado, la portavoz de transición de Trump, Alexa Henning, señaló que ningún senador republicano ha dicho públicamente que votaría en contra de Gabbard.
«No hay ningún senador republicano que se oponga a la nominación de la teniente coronel Gabbard», sostuvo Henning. «Una vez más, se trata de fuentes anónimas que intentan desesperadamente aferrarse al poder, por lo que se esconden detrás de los medios de comunicación para difundir estas falsedades que subvierten directamente la voluntad del pueblo estadounidense», añadió.
Una de las fuentes contabilizó que si Trump no logra convencer a los ocho republicanos, necesitará el apoyo de cinco demócratas, lo que podría resultar difícil. Los republicanos controlarán la cámara con 53 votos a favor y 47 en contra en el nuevo Congreso, que prestará juramento el 3 de enero.
Las fuentes declinaron identificar a los ocho senadores.
Otra persona cercana al equipo de transición se mostró más optimista respecto de que Gabbard consiga la aprobación del Senado, pero dijo que varios senadores republicanos y senadores electos podrían votar en contra de la exprecandidata presidencial demócrata, incluidos Susan Collins, Lisa Murkowski, John Curtis y Mitch McConnell.
Los asesores de McConnell, el líder de la minoría republicana, Collins y Murkowski no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios. Un portavoz del senador electo Curtis declaró que no ha hecho comentarios sobre ninguno de los nominados y que examinará cuidadosamente el historial y las calificaciones de todos ellos.
DUDAS SOBRE LA EXPERIENCIA Y OPINIONES SOBRE RUSIA
La elección por parte de Trump de la exrepresentante por Hawái y veterana de guerra como principal funcionaria de inteligencia del país conmocionó al establishment de seguridad nacional.
Además de haber visitado Siria y de su falta de experiencia en inteligencia, Gabbard ha sido cuestionada por su postura ante Rusia. Los críticos señalan su oposición a la ayuda militar estadounidense a Ucrania y sus afirmaciones de que Kiev no puede ganar.
Casi 100 ex funcionarios de seguridad nacional firmaron una declaración este mes criticando la decisión de Trump de nominar a Gabbard y pidiendo audiencias cerradas en el Senado para revisar la información del gobierno sobre ella.
Pero los partidarios de la ex crítica de Trump dicen que tiene un sano escepticismo sobre la intervención militar estadounidense en el extranjero, en consonancia con la ideología de Trump de «Estados Unidos primero».
No está nada claro que la nominación de Gabbard esté condenada al fracaso.
Algunos senadores cercanos a Trump la han respaldado y han dicho que esperan su confirmación. Ningún republicano se ha opuesto públicamente a ella, aunque algunos han dicho que quieren más información, y cualquiera que lo haga corre el riesgo de ser desafiado en las primarias si se presenta a la reelección en 2026.
La elección de Matt Gaetz como fiscal general por parte de Trump sorprendió a muchos en el Capitolio y rápidamente se hizo a un lado como candidato. Pero desde entonces el presidente electo ha presionado aún más a favor de sus restantes nominados, invitándolos a su casa en Florida y a su palco en el partido de fútbol entre el Ejército y la Marina del fin de semana pasado.
Un asesor republicano del Congreso dijo que el estado de ánimo en el Capitolio había cambiado en los últimos días. Antes de que Gabbard comenzara a reunirse con los miembros, aseguró esta fuente, varios legisladores se inclinaban a votar en contra de ella, pero ha habido «un cambio hacia un tono más neutral» y una sensación de que los republicanos confirmarán la nominación de Gabbard por temor a represalias de Trump.
Gabbard estuvo en el Senado el martes, reuniéndose con los senadores republicanos Chuck Grassley, Dan Sullivan, Rand Paul, Murkowski y Collins, y los demócratas Jon Ossoff y John Fetterman.
Cuando después de reunirse con Fetterman le preguntaron si estaba segura de que sería confirmada, Gabbard informó a los periodistas que esperaba reunirse con los senadores «a medida que continuamos el proceso».
Como director de inteligencia nacional, Gabbard sería la principal asesora de inteligencia del presidente y supervisora de las 18 agencias que componen la comunidad de inteligencia estadounidense, responsable de coordinar sus actividades y un presupuesto que en el año fiscal 2024 totalizó más de 106 mil millones de dólares para programas de inteligencia civil y militar.
Con información de Reuters