La administración Trump toma distancia de los ataques israelíes contra Irán
La Casa Blanca buscó marcar distancia este jueves respecto a los recientes ataques aéreos lanzados por Israel contra instalaciones estratégicas en Irán, en un contexto de creciente tensión regional que amenaza con interferir en los esfuerzos diplomáticos de Estados Unidos para reactivar las negociaciones nucleares con Teherán.
Israel afirmó haber atacado objetivos vinculados al programa nuclear iraní con el propósito de impedir que el régimen desarrolle armas atómicas. Estos hechos se produjeron a solo días del inicio de una nueva ronda de conversaciones, prevista para el domingo, entre representantes de Washington y Teherán en Omán.
El secretario de Estado y asesor de seguridad nacional, Marco Rubio, subrayó que la operación fue una decisión unilateral del gobierno israelí. “Estados Unidos no participó en los ataques contra Irán y nuestra principal prioridad es proteger al personal estadounidense en la región”, señaló Rubio en un comunicado. “Israel nos informó que considera esta acción como una medida necesaria para su defensa”.
Horas antes del ataque, el presidente Donald Trump había abogado públicamente por una salida diplomática a la crisis, aunque reconoció que un enfrentamiento armado con Irán era una posibilidad. “Un ataque podría ocurrir”, comentó a la prensa.
Pese a que Irán insiste en que su programa nuclear tiene fines pacíficos, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) declaró el jueves que Teherán ha incumplido por primera vez en casi dos décadas sus compromisos en materia de no proliferación nuclear.
En respuesta al deterioro del escenario regional, el gobierno estadounidense ordenó el retiro parcial de personal militar en Medio Oriente. “Seamos claros: Irán no debe atacar los intereses ni al personal estadounidense”, advirtió Rubio, sin especificar si Washington apoyaría militarmente a Israel en caso de una escalada.
La relación entre Trump y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha mostrado diferencias recientes, particularmente en torno a la política hacia Irán y la guerra en Gaza. Trump ha insistido en su voluntad de alcanzar un acuerdo con Teherán que limite su programa nuclear, al tiempo que promueve mayor asistencia humanitaria para los civiles en Gaza.
Ambos líderes conversaron el lunes sobre la situación iraní, y el propio Trump anticipó que Israel podría tomar acciones militares. “Quiero evitar un conflicto, pero Irán deberá negociar en términos más duros, lo que implica que tendrá que hacer concesiones que hasta ahora ha evitado”, comentó.
Los ataques de Israel y una eventual respuesta iraní elevan la preocupación sobre la seguridad de tropas y diplomáticos estadounidenses en la región, dada la estrecha alianza entre Washington y Jerusalén.
El presidente Trump confirmó el miércoles que personal estadounidense estaba siendo reubicado fuera de zonas sensibles. “Es una región que puede volverse peligrosa, pero no permitiremos que Irán obtenga un arma nuclear”, dijo.
A pesar del tenso contexto, Estados Unidos e Irán anunciaron su disposición a retomar el diálogo este domingo en Omán. La delegación estadounidense estará encabezada por el enviado especial Steve Witkoff, mientras que Abbas Araqchi representará al gobierno iraní. “Las conversaciones continúan en pie”, afirmó un funcionario estadounidense el jueves por la noche, sin ofrecer más detalles.
En paralelo, el Pentágono confirmó que fue informado del ataque israelí, aunque recalcó que Estados Unidos no participó ni brindó apoyo logístico. “No hubo participación ni asistencia estadounidense”, señaló un portavoz a la agencia EFE.
Por su parte, el embajador de Estados Unidos en Israel, Mike Huckabee, indicó desde la embajada en Jerusalén que estaba “siguiendo de cerca la situación”. En un mensaje publicado en su cuenta de X (antes Twitter), escribió: “¡Recemos por la paz de Jerusalén!”, publicado 45 minutos antes del anuncio oficial del ataque israelí.
A las 3 de la madrugada, hora local, el Ministerio de Defensa de Israel anunció que había ejecutado un “ataque preventivo” contra Irán, ante la expectativa de una posible represalia con misiles y drones. El ministro de Defensa, Israel Katz, declaró el “estado de emergencia especial” en todo el país, elevando el nivel de alerta ante posibles ataques.
