La administración Trump impulsa una base de datos para investigar las causas del autismo

El secretario de Salud y Servicios Humanos de EE.UU., Robert F. Kennedy Jr., anunció el miércoles que las agencias federales de salud crearán una base de datos de pacientes con autismo inscritos en Medicare y Medicaid. Este recurso permitirá a los investigadores estudiar las causas del trastorno del espectro autista (TEA), reflejando el compromiso de la administración Trump con abordar problemas críticos de salud pública a través de la transparencia y la investigación científica.
La iniciativa, liderada por los Institutos Nacionales de Salud (NIH) y los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid (CMS), desarrollará una plataforma de datos del mundo real que integrará información de reclamaciones, registros médicos electrónicos y dispositivos de monitoreo de salud portátiles.
Kennedy, quien ha abogado por una mayor claridad en temas de salud pública, afirmó en un comunicado: «Estamos retirando el velo, con total transparencia y responsabilidad, para ofrecer las respuestas honestas que las familias han esperado demasiado tiempo». Este proyecto forma parte de un esfuerzo de investigación más amplio, dotado con 50 millones de dólares, para identificar las causas del autismo.
El trastorno del espectro autista es una condición neurológica y del desarrollo que afecta la comunicación, el comportamiento y la interacción social de manera atípica. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), en 2022 se alcanzó una cifra récord en EE.UU., con 1 de cada 31 niños de 8 años diagnosticados con TEA. La administración Trump, a través de esta iniciativa, busca responder a las crecientes preocupaciones de las familias y abordar lo que Kennedy describe como una «epidemia prevenible».
La plataforma se centrará inicialmente en investigar las causas fundamentales del autismo, analizando datos como el diagnóstico a lo largo del tiempo, los resultados de intervenciones médicas y conductuales, el acceso a la atención, las disparidades demográficas y geográficas, y la carga económica para las familias y los sistemas de salud. A largo plazo, también se espera que facilite investigaciones sobre otras condiciones crónicas. Kennedy aseguró en una entrevista con Fox News que la participación en la base de datos será voluntaria y que se protegerá la privacidad de los pacientes, cumpliendo con las leyes vigentes.
Aunque las causas del autismo siguen sin estar claras, los expertos coinciden en que probablemente resultan de una combinación de factores genéticos y ambientales, como la edad de los padres al momento de la concepción. Kennedy ha sugerido que toxinas ambientales, desde moho hasta medicamentos o vacunas, podrían estar relacionadas con el aumento de casos, un tema que planea explorar a fondo. Este enfoque refleja el interés de la administración Trump en identificar y mitigar riesgos para la salud pública, priorizando soluciones basadas en datos.
La iniciativa también subraya la importancia de un diagnóstico temprano, un punto en el que los expertos están de acuerdo. Las intervenciones de apoyo, especialmente antes de los tres años, son cruciales para mejorar las habilidades cognitivas, sociales y de comunicación de los niños con TEA. Aunque no existen tratamientos ni curas para el autismo, el acceso a medidas de apoyo puede marcar una diferencia significativa en la calidad de vida de los afectados, un objetivo que la administración busca facilitar con este proyecto.
El anuncio de Kennedy llega tras meses de especulaciones sobre los planes del gobierno para abordar el autismo. Inicialmente, el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) había negado la creación de un registro, pero las recientes declaraciones del secretario confirman el compromiso de la administración Trump con esta causa. Al invertir en investigación y promover la transparencia, el gobierno busca ofrecer respuestas a las familias y avanzar en la comprensión de una condición que afecta a un número creciente de niños en el país.