La administración Trump busca retirar fondos a las escuelas de Maine por atletas transgénero

El viernes 11 de abril el Departamento de Educación de Estados Unidos anunció que iniciará un proceso administrativo para suspender aproximadamente 250 millones de dólares en fondos federales para la educación K-12 de las escuelas públicas de Maine. La decisión surge de un desacuerdo continuo entre la administración de Trump y las autoridades estatales de Maine sobre la participación de atletas transgénero en equipos deportivos femeninos.
El anuncio se produjo poco antes de que un juez federal emitiera una orden de restricción temporal que impide al Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) cortar los fondos federales para los programas de almuerzos escolares por el mismo motivo.
El conflicto se remonta al 21 de febrero de 2025, cuando el presidente Donald Trump, durante una reunión en la Casa Blanca con gobernadores, instó a los estados a cumplir con una orden ejecutiva que firmó prohibiendo a los atletas transgénero competir en deportes femeninos. La gobernadora de Maine, Janet Mills, demócrata, respondió afirmando el compromiso del estado con sus leyes existentes y dijo: “Vamos a seguir la ley, señor. Nos veremos en los tribunales”. La legislación de Maine de 2021 prohíbe explícitamente la discriminación basada en la identidad de género, permitiendo a los estudiantes transgénero participar en deportes acordes con su identidad de género.
La medida del Departamento de Educación sigue a una investigación de su Oficina de Derechos Civiles sobre el Título IX, que el mes pasado alegó que la política de Maine viola la ley federal antidiscriminación al permitir que los atletas transgénero compitan en equipos femeninos y utilicen las instalaciones correspondientes. El departamento también remitió el asunto al Departamento de Justicia de EE.UU. para una posible acción de cumplimiento. En respuesta, las autoridades de Maine han mantenido su posición. La fiscal general adjunta del estado, Sarah Forster, escribió al Departamento de Educación el 11 de abril, afirmando: “Nada en el Título IX o sus regulaciones de implementación prohíbe a las escuelas permitir que las niñas y mujeres transgénero participen en equipos deportivos femeninos”.
Por su parte, Maine presentó una demanda a principios de la semana para bloquear al USDA de suspender las subvenciones para programas de nutrición, una medida que la agencia había anunciado que llevaría a cabo. El viernes, el juez federal de distrito John Woodcock Jr. emitió una orden de restricción temporal, asegurando que los fondos para los almuerzos escolares continuarán por ahora.
La disputa pone de relieve una tensión más amplia entre la autoridad federal y estatal sobre las políticas de educación y derechos civiles. Las autoridades educativas de Maine argumentan que sus políticas cumplen tanto con la ley estatal como con las protecciones federales, mientras que la administración de Trump sostiene que el enfoque del estado contraviene el marco del Título IX. El resultado de los procedimientos administrativos y las posibles acciones del Departamento de Justicia podrían establecer precedentes importantes para la gestión de las políticas sobre atletas transgénero a nivel nacional.
A medida que avanzan las batallas legales, ambas partes parecen preparadas para un conflicto prolongado, con Maine firme en sus leyes antidiscriminación y el gobierno federal utilizando los fondos como una herramienta para exigir cumplimiento con sus directivas ejecutivas. La situación sigue siendo fluida, y es probable que futuros fallos judiciales definan los próximos pasos.